La Organización Médica Colegial (OMC) ha considerado que "a la luz del conocimiento científico actual", no se encuentra, de momento, justificación para que se valore el uso terapéutico del cannabis.
La Asamblea General ha refrendado, por unanimidad, un informe en el que pide que el uso terapéutico del cannabis disponga de un respaldo científico sólido, se someta al control estricto de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y se sigan los procedimientos habituales establecidos para cualquier otro fármaco.
La OMC se pronuncia así después de que la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso haya dado luz verde a la creación de una subcomisión para analizar la posible regulación en España del uso terapéutico de esta droga y derivados, a partir de una proposición no de ley de Ciudadanos. Los médicos advierten de que el consumo de cannabis está sujeto a la posibilidad de efectos adversos para el sistema nervioso central que pueden provocar alteraciones psíquicas, además de sus repercusiones en el aparato respiratorio.
Según la OMC, la propia Asociación Médica Mundial ha reconocido y descrito "graves efectos nocivos" para la salud provocados por esta sustancia: comorbilidades psiquiátricas, desmotivación, policonsumo de drogas, incluso, como desencadenante de accidentes de tráfico.
Otros estudios recientes, señala el informe, han evidenciado que la composición del humo de la marihuana es similar a la del humo del tabaco, "lo que debe alertar por su posible efecto para la salud pulmonar". En la iniciativa de Cs consta que el cannabis ha demostrado importantes efectos en la prevención de las náuseas y vómitos de la quimioterapia, en la mejora del dolor neuropático y la espasticidad características de la escleroris múltiple y como remedio para combatir las crisis convulsivas en la epilepsia.
La organización médica señala que existen otros medicamentos para prevenir las náuseas y vómitos en pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia, así como que ninguna guía internacional recomienda derivados del cannabis para el dolor neuropático, ni hay evidencias científicas en el caso del tratamiento de las epilepsias.