El impuesto al sol aprobado bajo el mandato de José Manuel Soria en el ministerio de Industria es una de esas leyes que ningún ciudadano entiende. ¿Por qué Alemania, un país con mucho menos sol que nosotros, ha puesto más placas en un año que España en toda su historia?.
Lo cierto es que España fue un gran impulsor a principios de siglo de la energía renovable, ofreciendo incluso primas a quienes instalaran placas solares. Sin embargo, la especulación en el mercado y las medidas del gobierno del PP desde 2011 empezaron a complicar esta situación.
El Gobierno vetó este mismo año la proposición de Ley que aboga por el autoconsumo eléctrico sin cargos y que fue apoyada por todos los partidos políticos, excepto el PP y Foro Asturias. Su justificación es que supondría una disminución de los ingresos y se dejarían de recaudar 162 millones de euros anuales vía impuestos.
Sin embargo, el Gobierno no lo va a tener tan fácil, y es que Europa ya ha iniciado la lucha por incentivar las energías renovables y se ha posicionado claramente en contra del impuesto al sol. La Comisión Europea pretende que para 2030 haya un mínimo de un 27% de energía obtenida a través de renovables para 2030, mientras que hay eurodiputados que elevan esta cifra hasta el 45%.
Las fechas clave para las resoluciones europeas comienzan el 4 de septiembre, cuando los eurodiputados de la Comisión Europea mantendrán reuniones para establecer la hoja de ruta sobre este tema ante el Pleno tras una votación que se producirá a principios de octubre. Posteriormente, el Pleno votará estas medidas, puede que a finales de año.
Cabe destacar que el 7 de julio, el Gobierno creó una Comisión de Expertos sobre transición energética que deberá analizar posibles escenarios de transición energética que garanticen la competitividad de la economía, la creación de empleo y la sostenibilidad medioambiental.
La Comisión estará formada por "14 expertos independientes y de reconocido prestigio", según explican desde el ministerio de Energía. Sin embargo, resulta llamativo para esta transición en busca de "sostenibilidad medioambiental" que no haya ningún ecologista, algo que indigna a las organizaciones medioambientales.
Greenpeace, por su parte, pide al Gobierno que España vuelva a ser líder en renovables: reclaman que la futura Ley de Cambio Climático incluya el 100% de energías limpias. Recuerdan que hace diez años demostraron su viabilidad técnica y económica.
Así funciona el impuesto al sol en España: si colocamos cinco placas solares debemos invertir 2.000 euros, y nos aportarían el 30% de nuestro consumo habitual. De esta forma, el total de nuestra factura serían 600 euros anuales, lo que supone un ahorro de 200 euros al año. Pero a esto hay que restarle lo que debemos pagar por el impuesto al sol, que asciende 65 euros por cinco placas.