En comparecencia extraordinaria desde la OTAN, Barack Obama condena el brutal ataque a la Policía de Dallas. "Ha sido un atroz, un calculado y despreciable ataque contra el cuerpo de Policía, se hará Justicia", destaca Obama.
Además, dice que no hay justificación posible y recuerda de nuevo el gran problema racial y de uso de armas al que se enfrenta Estados Unidos. "Cuando las personas tienen en sus manos armas de largo alcance, desafortunadamente hacen que ataques como estos, sean más mortales y trágicos", lamenta.
Una lacra que llega justo después de casos como el de hace sólo dos días en Minessota, donde un joven de raza negra murió tras recibir varios disparos de un policía. "Nos pidieron que nos saliéramos de la carretera, le ha disparado, no me puedo creer que haya matado a mi novio", explicaba su pareja mientra el agente decía que le había pedido que no se moviera.
Pero este, es sólo un ejemplo de tantos abusos policiales hacia los afroamericanos. "Me parece absolutamente atroz a todos los niveles", declaraba el gobernador Minnesota, Mark Dayton. Otro reflejo del problema actual es el trágico suceso ocurrido un día antes en Luisiana donde un agente disparaba sin piedad a otro ciudadano negro.
Las cifras son espeluznantes, sólo durante este año han muerto por disparos de Policía en Estados Unidos 123 afroamericanos y 73 hispanos. Esta matanza es otro duro golpe a la libertad, el peor ataque a la Policía desde los atentandos del 11 de septiembre que llega únicamente unas horas antes de la visita de Obama a España.