Los poderes de Uri Geller iban mucho más allá de doblar cucharas, hasta tal punto que la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos se interesó por ellos.
Tal y como se desprende de los 12 millones de documentos desclasificados por la CIA, la agencia puso a prueba las capacidades telepáticas de Uri Geller en 1973 dentro de un proyecto en el que se investigaba la percepción extrasensorial. "Estaban preocupados de que los rusos tuviesen gente con mis poderes y les borrasen los datos de sus ordenadores", explica Uri Geller.
La CIA encerró a Uri Geller en una habitación blindada y empezaron a hacerle preguntas y ponerle pruebas, como "dibujar lo que ellos estaban dibujando a miles de kilómetros de donde estaba".
Uri acertó muchas de las imágenes que la CIA dibujó con mucha precisión. En una de ellas, sólo le dijeron la palabra "montón" y el mentalista vio en su mente "circulos de color púrpura", por lo que dibujó un racimo de uvas y acertó. Pero lo más increíble es que también acertó el número de uvas, ya que pintó 24, las mismas que tenía el dibujo de los agentes.
La CIA quedó tan sorprendida que en su informe afirmó "haber quedado demostrada su habilidad paranormal de manera inequívoca y precisa". Pero hay mucho más, porque estos documentos que se han revelado ahora son la punta del iceberg, y es que a Uri Geller llegaron a pedirle "si podía disparar una bomba atómica"
Uri Geller trabajó durante unos años para la CIA, pero ahora vive en Israel. Dobla cucharas cuando se lo piden, sigue enamorado de nuestro país y nos manda toda esa energía que los americanos quisieron hacer suya.