Dicen que cuando nos acurrucamos en posición fetal es porque necesitamos sentirnos más seguros. Una chica llamada Shaida, tiene solo 18 años y apenas levanta la mirada, y cuando lo hace, cuesta mantener la nuestra. Shaida "acaba de llegar a este pequeño hospital, todavía en pie, en Yemen gracias a un milagro. Su cuerpo ya no tolera sólidos, sobrevive gracias a zumos y té" explica una mujer.
Las pocas ONG de Yemen hablan de un escenario muy parecido al de Siria. "Una situación dramática, ya que el 82% de la población, estamos hablando de 20 millones de personas, están en algún tipo de situación de emergencia humanitaria", señala Eduard Soler, Investigador de la Fundación CIDOB.
Porque ambos conflictos comparten demasiadas cosas, en ninguno son capaces de respetar las treguas humanitarias. Los ataques a la población civil con armas prohibidas son cada vez más recurrentes y la paz, no se plantea en el horizonte. "Ninguno de los dos bandos parece estar en una posición de abandonar la lucha armada, y eso está condicionado porque continúan con las vías para continuar con el conflicto", comenta Pamela Urrutia, Investigadora Escola de cultura de Pau.
Muchos expertos hablan de Yemen como la nueva Siria, pero hay una cosa que nunca tendrá el país más pobre del mundo árabe: "Es un país que nunca ha sido excesivamente importante para nadie, Siria en cambio está en el centro entre Jordania Líbano, Turquía...", argumenta Teresa San Cristobal, Responsable Unidad de Emergencias de MSF
Más de 10.000 muertos, cerca de 2,5 millones de desplazados, una población atrapada que ni siquiera podrá huir a Europa.