La justicia alemana acordó libertad bajo fianza de 75.000 euros para Puigdemont, que el expresidente catalán ya ha abonado para abandonar la prisión de Neumünster, y ha indicado que la extradición es posible en base al delito de malversación, pero no al de rebelión, que no ve admisible.
En este sentido, la ministra socialdemócrata alemana ha subrayado que ahora España tendrá que aclarar la petición de extradición por el delito de malversación, algo que cree que "no será fácil". Si el Gobierno de Mariano Rajoy no justifica esta petición, ha aclarado, "se levantará la orden de detención".
"Entonces Puigdemont será un hombre libre en un país libre, es decir, en la República Federal alemana", ha zanjado en declaraciones al diario alemán 'Süddeutsche Zeitung', en las que además señala que es el momento de "hablar también de los componentes políticos" de este caso.
La ministra alemana de Justicia ha sido el primer miembro del Gobierno alemán que ha respaldado esta decisión judicial, que ha generado malestar en el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Aunque admiten que no se trata de una cuestión del Gobierno alemán sino de la justicia de ese país, fuentes del Gobierno español creen que este tipo de decisiones pueden poner en cuestión la naturaleza y el sentido de la UE, dando más argumentos a los populistas y los euroescépticos que abanderan precisamente ese discurso contra la Unión.