Ni nombre, ni apellidos, ni fotografía en los currículum vitae. Es la propuesta de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para erradicar la discriminación por sexo a la hora de optar a un puesto laboral.
"Muchas nos hemos encontrado con que nos preguntan cuántos hijos tenemos, si queremos más... ¿A cuántos hombres se les pregunta eso?", preguntaba la ministra. El plan del Ejecutivo es evitar así preguntas como estas en las entrevistas de trabajo.
Las mujeres se encuentran con dificultades para acceder a un trabajo pese a estar mejor formadas. En 2015, el 43% de las mujeres en el mercado de trabajo español tenían estudios universitarios, frente a un 36% de los hombres.
Y también a la hora de ascender y de ocupar puesto de responsabilidad. Tan sólo el 17% de los consejeros de grandes empresas son mujeres. "La iniciativa podría, en una primera criva, las discriminaciones iniciales", ha dicho Susana Zabala, presidenta de la Asociación EMAKUMEEKIN.
Aunque los expertos creen que esta medida es difícil de aplicar en el sector privado. "Parece muy complicado que esto fuese posible aplicarlo al sector privado. Se aplicará sobre la primera fase de un posible proceso de selección y tendría una efectividad práctica limitada", explica Adrián Zelaia, presidente de Ekai Center.
El Parlamento francés aprobó esta iniciativa en abril de 2016, aunque todavía no se ha llegado a aplicar.