El denominado 'colectivo para la defensa de unas pensiones dignas', integrado entre otras organizaciones por pensionistas de CCOO, UGT y USO de Euskadi, ha pedido asimismo en las calles de Vitoria, Bilbao y San Sebastián una pensión mínima equivalente a 1.080 euros al mes.
Además, han denunciado la falta de "voluntad política" para abordar una solución que garantice la sostenibilidad del sistema. En este sentido, los jubilados han censurado las medidas que el gobierno del PP está llevando a cabo dirigidas a "satisfacer las pretensiones de los poderes financieros" con el objeto de incrementar los planes de pensiones privados.
Los manifestantes han demandado a los gobiernos central y vasco, en la medida de sus competencias en materia de asistencia social, que garanticen unas pensiones "suficientes" y que financien una parte de las mismas con impuestos, según un comunicado difundido en las tres capitales vascas.
También han reclamado que las pensiones de muerte y supervivencia mantengan su condición de contributivas y que se mejore la de viudedad, así como la revisión de las que cobran los mutualistas jubilados anticipadamente por causa no computable a su voluntad.
En Bilbao, el representante del colectivo Luis Jiménez ha incidido en declaraciones a los medios de comunicación en la pérdida de poder adquisitivo que han tenido en años de crisis, en los que muchas familias con problemas económicos han vivido "a cuenta de las pensiones de los padres o los suegros".
En San Sebastián los manifestantes han coreado lemas en favor de las pensiones públicas y han animado a los jóvenes a luchar por ellas. "Con la corrupción no hay pensión" y "PP escucha, los jubilados están en lucha", son otras de las frases que se han coreado en la concentración que ha tenido lugar en Vitoria.
Batalla legal por las vacas
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