Gracias a imágenes de cámaras de seguridad, se pueden reconstruir las últimas horas de los terroristas de Cambrils. Una hora antes del atentado en La Rambla llega a una gasolinera cercana a Cambrils Mohamed Hichamy.
Está sudando. Acaba de caminar varios kilómetros tras huir de un accidente en la AP7 donde abandonó una furgoneta. Cansado, bebe casi de un trago una botella de agua. Cuando llega su turno, paga y se marcha de la estación de servicio

Una hora después de que Younes Abouyaaqoub haya atropellado a más de un centenar de personas en La Rambla. Su hermano, Houssaine Abouyaaqoub llega a la gasolinera tranquilo. Cambia dinero y recarga su móvil, en el que va escribiendo mientras sale de la estación de servicio.
Cuatro horas después del atentado en Barcelona y cuatro antes del atropello en Cambrils, los terroristas Moussa Oukabir, Omar Hichamy y de nuevo Houssaine Abouyaaqoub acuden a la gasolinera. Allí, pese a lo que acaba de ocurrir, hacen bromas entre ellos, hablan de forma distendida mientras pagan las cajetillas de tabaco y los mecheros que habían comprado antes.

Los tres montan en el Audi A3 y se dirigen hacia un supermercado de Cambrils. Por primera vez, se ve al terrorista Said Aallaa. En el supermercado están los cinco terroristas que atentarían menos de cuatro horas después. Compran cuatro cuchillos, un hacha y otros objetos como cinta adhesiva antes de salir rumbo a la masía abandonada de Riudacañas.
Con los mecheros de la gasolinera prenden una hoguera donde queman varios pasaportes y documentos. La última visita a la gasolinera se produce a tres horas para el atentado en Cambrils y uno de los terroristas se acerca a la nevera donde compra tortilla de patata, queso, zumos, bebidas isotónicas y barras de pan. Comida para lo que parece fue su última cena antes de caer abatidos en Cambrils.


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