Según ha informado la Policía Nacional
en un comunicado, la víctima fue captada a través de una conocida red social
por un joven de 21 años que la engañó con falsas promesas para que se
trasladara desde Badajoz hasta Camas. Una vez en la localidad sevillana, la
retuvo en contra de su voluntad mediante agresiones físicas y amenazas e
incluso la mantuvo incomunicada para evitar que pidiera ayuda, según ha añadido
la Policía.
La investigación se inició el 26 de
diciembre en Badajoz a raíz de una denuncia de la familia de la joven que informó
a la Policía de su desaparición tras haberse trasladado a Camas, donde se le
perdió el rastro.
Los agentes iniciaron las pesquisas y
descubrieron que la joven había contactado a través de una conocida red social
con un hombre de 21 años afincado en la localidad días antes de su
desaparición. También averiguaron, gracias a la colaboración de la Policía
Local, que la joven se encontraba en un domicilio de Camas y en compañía del
chico al que conoció por Internet.
En el marco de estos hechos, aunque la
víctima manifestó inicialmente a los agentes encontrarse bien, los
investigadores averiguaron que envió un mensaje de auxilio a una amiga para
contarle que "estaba retenida en contra de su voluntad, sometida a palizas
y amenazas para evitar que escapara, así como que estaba obligada a ejercer la
prostitución en un polígono industrial de Sevilla".
Tras conocer este extremo, los
investigadores pusieron en marcha un dispositivo en el entorno del domicilio
donde se encontraba la joven para liberarla y detener a su raptor, así como la
identificación del resto de familiares de éste que residían en el mismo piso.
Una vez detenido el presunto autor y
liberada la víctima, la joven declaró a los agentes que había contactado con
esta persona a través de Internet y que, tras manifestarle que solía trabajar
como prostituta, éste le ofreció trasladarse hasta Camas y que tenía un piso en
el que podría ejercer esta actividad mejorando sus condiciones.
Cuando la joven llegó a la localidad
sevillana y descubrió que la realidad no era la pactada decidió marcharse,
momento en el que el chico supuestamente le propinó una paliza, le retiró el
teléfono móvil para evitar que se comunicara con nadie y la encerró en su
domicilio, donde se mantuvo hasta el 18 de enero, cuando fue liberada.
Durante este tiempo, según ha explicado
la Policía, la víctima "fue controlada por su raptor 24 horas al día y
estuvo obligaba a ejercer la prostitución en un polígono industrial de Sevilla
capital. Además, su proxeneta le retiraba lo que ganaba, estando presente
incluso en el momento del pago del servicio".
El hecho de no obtener ingresos por la
actividad que realizaba, así como "la falta de libertad y las pésimas condiciones
en las que vivía" (sin luz ni agua corriente, sin higiene mínima y
comiendo alimentos procedentes de la basura), así como las "continuas
palizas" que recibía, le llevaron a pedir ayuda a una amiga a través de su
teléfono móvil en un momento de descuido de su raptor, que permitió a los agentes
actuar para liberarla.
Tras la liberación, la joven tuvo que
recibir asistencia médica y sanitaria debido a las condiciones en las que había
estado viviendo. Por su parte, el detenido, que contaba con antecedentes por delitos
de distinta naturaleza, ha sido puesto a disposición judicial.
La Policía Nacional puso en marcha en
abril de 2013 el Plan Policial contra la Trata de Seres Humanos con fines de
explotación sexual, cuya segunda fase se ha activado el pasado mes de febrero.
Desde entonces, mantiene activos dos canales de teléfono y correo electrónico
para posibilitar la colaboración ciudadana y la denuncia de las víctimas.