La estampa que deja la explosión de una bombona de butano en Vélez-Málaga es desoladora. Los vecinos disfrutaban de la Feria de San Miguel pero a las siete de la tarde una fuerte deflagración en la cocina de un restaurante rompía con el ambiente festivo: "Me he caído y tras la explosión había gente gritando y corriendo" explica Marcelino Méndez, un testigo.
El caos se apoderaba de la calle Montera y los testigos trataban de socorrer a los heridos afectados por la explosión. El estallido ha provocado numerosos daños materiales tanto en el local como en las inmediaciones: "Ha sido muy escandaloso, la explosión ha producido la rotura de dos cristaleras y por lo tanto muchos cortes en manos, piernas, caras..." explica Antonio Moreno, alcalde de Vélez-Málaga.
Una cocinera vio fuego en un tubo de la instalación de butano y dio la voz de alarma a los clientes del restaurante: "Hemos visto a unas señoras que salían de dentro, las cocineras, chillando corred, corred, quitaros de aquí, corred corred" relata Marcelino. Hubo 90 heridos, cuatro de ellos siguen hospitalizados.