El doctor Simón Viñals dice ahora que nunca dio por fallecidas a tres de las chicas del Madrid Arena, que intentó reanimarlas en la enfermería. En su día declaró que las chicas ya habían llegado muertas. Ha declarado también que sólo tenían un desfibrilador, que se turnaban para usarlo. Su hijo, Carlos Viñals, ha reconocido que jamás había practicado la reanimación a una persona.