Aún queda un mes para que acabe, pero 2016 es ya el año con mayor número de denuncias por homofobia en Madrid, en total 213 agresiones.
Son 213 denuncias que contrastan con las 32 que hubo el año pasado o con las 20 registradas en 2014. La mayoría por ataques físicos o verbales. "Son escupitajos, acoso, grabarte con el móvil para reírse con sus amigos", explica Rubén López, portavoz de delitos de odio de Arcópoli.
Las asociaciones creen que hay más denuncias porque la visibilidad del colectivo LGTB es cada vez mayor, ya no solo en el centro de Madrid. Una situación sobre todo motivada por los más jóvenes. "Los jóvenes cada vez son más jóvenes, se visibilizan en pareja en cualquier sitio, en cualquier aspecto cotidiano de la vida y eso hace que sea más fácil que se les vea y que alguien se sienta molesto y sea un intolerante", señala López.
Según las generaciones mayores, este cambio se nota en la calle. Los jóvenes, sobre todo de 16 a 25, tienen menos miedo a besarse en público o a ir cogidos de la mano. "Yo recuerdo cuando salíamos de la zona de Chueca, que ya tenías cuidado en no mostrar afectos si vas con tu pareja o con algún ligue", explica Paco García.
Queda sin embargo mucho trabajo por delante, porque el 85% de las agresiones homófobas nunca llegan a denunciarse.