Los datos de empleo de los más jóvenes son desoladores: hasta el 40% está en paro y la edad de emancipación es de 32 años en nuestro país. Sobretitulados y con experiencias laborales diversas, muchos jóvenes siguen hoy sin poder afrontar la que sería la segunda gran crisis económica de su vida, tal y como pudo comprobar Andrea Ropero en El Intmerdio.

Beatriz Vázquez y Jesús Moreno vivieron la crisis de 2008 y ahora se están viendo arrastrados por la crisis sanitaria y económica generada por el coronavirus.

Los jóvenes, que no alcanzan los 40 años, explicaron en una entrevista con Andrea Ropero en El Intermedio cómo han sobrellevado la crisis del coronavirus y cómo vislumbran su futuro tras ella.

Ambos han tenido que trabajar en varios sectores para conseguir construir una vida, sin embargo sus empleos se tambalean por la crisis del coronavirus. Beatriz ha narrado que "en 2008 trabajaba como comercial" en el ámbito inmobiliario, pero "cayó la vivienda" y tuvo que buscar "otras opciones". Tras ello regresó a la hostelería que, además de haberle otorgado "sueldos bastante mediocres", acaba de dejarla sin empleo.

La joven ha sido despedida por la situación derivada de la pandemia de su empleo como camarera. Sin embargo, su situación no fue mejor con anterioridad, cuando incluso tuvo "trabajar como comercial, recoger manzanas en Francia o trabajar en la vendimia.

Una situación, ha asegurado, que no te permite "plantear un futuro a largo plazo" ni "comprar una casa o tener un hijo".

Jesús es otro de los afectados. Su negocio de albergues no puede subsistir. Y es que al ser autónomo y dedicarse al ámbito escolar ha estado meses paralizado, subsistiendo con ayudas y ahorros. "Nosotros gestionamos albergues y teníamos clientes cerrados, pero se ha paralizado todo y nos tenemos información sobre qué podremos hacer", ha explicado Jesús.

El joven tuvo que irse de casa con 21 años "porque generaba más gastos que otra cosa", por lo que su situación es críticas tras haberse "buscado la vida" o trabajado "en 25 sitios de lunes a domingo para pagar la vivienda y la universidad".

Sin embargo, la dura situación no ha impedido que otorguen un mensaje de optimismo. A juicio de Beatriz no queda otra que "salir adelante": "Esto no nos puede parar", ha afirmado la joven. "Estamos a costumbrados a pelear, a salir adelante y a reinventarnos", ha sentenciado Jesús.

Otros momentos destacados

En otra entrevista, Andrea Ropero charló con Marina Carrasco, una de las muchas enfermeras que dejaron sus ciudades y viajaron hasta Madrid para atender la crisis del coronavirus en uno de los territorios más afectados. "Fui contratada para trabajar como enfermera en abril, con un contrato de tres meses con posibilidad de que se alargase", explicó.

Pero cuando cerraron el hotel medicalizado porque bajaron los casos de pacientes infectados, vio como su contrato finalizaba. "Fui a firmarlo y me llevé la sorpresa, me di cuenta de que acaba con la fecha del 30 de abril", señaló.