El nutricionista Pablo Ojeda ha estado este lunes en Más Vale Tarde para desmontar algunos mitos o mentiras sobre el queso. Entre otras cuestiones, se ha centrado en dos que cree que no son del todo ciertas: el cómo afecta el queso a la intolerancia a la lactosa o si sube el colesterol.

Sobre la última cuestión, Ojeda ha explicado que "el 80% del colesterol que segregamos lo hacemos de manera endógena, es decir, lo hacemos nosotros mismos". Es verdad que "es importante cuidar nuestra alimentación". No obstante, ha apuntado que "hay muchos estudios recientes, de metaanálisis, donde dicen que hasta 200 mililitros de leche al día es cardiosaludable"."No solo es que no suma colesterol, sino que es protector de nuestro corazón", ha zanjado el nutricionista.

Pero ¿cuántas cuñas tienen que ser para que sea bueno para el corazón? "En torno a cuatro o cinco cuñas de un semicurado al día. Que no es muy fuerte ni es ese balando, es el que tiene un tono más blanquecino o amarillento", ha detallado.

En cuanto a que es falso que las personas intolerantes a la lactosa no pueden comer queso, Ojeda matiza que hay varios tipos de intolerancias. "La persona que es intolerante total, lógicamente, no puede tomar queso, pero hay una intolerancia que es la que más vemos", ha señalado.

Estas intolerancias son las que se dan en personas que pueden tomar yogur y queso, pero si se toman un vaso de leche, les ocasiona molestias en el estómago. "Estas -aclara- se llaman intolerancias parciales. Esto significa que tengo esa famosa enzima, que es capaz de cortar la molécula de la lactosa, pero la tengo en desuso. Por eso, los fermentados los puedo tolerar mejor".

Entonces, ¿cuál es el mejor para estos casos? El nutricionista ha afirmado rotundamente que es el queso de cabra. "Da igual si se toma en rulos o cuña. Porque tiene en torno a unos cuatro gramos de lactosa y, aparte, tiene menos caseína, que es el otro elemento que suele dar problemas a las personas con intolerancias o alergias", ha concluido.