A Miguel Romero buscar trabajo le ha costado 160.000 euros. Tiene 63 años, viudo, con dos hijos y sin trabajo, decidió buscarlo pegando carteles en las calles de Barcelona. Ahora el Ayuntamiento de Barcelona le ha impuesto una multa de 160.000 euros.
La policía llevaba sancionando sus carteles desde la primera vez que los puso en 2010, pero a él nunca le llegó nada. Se enteró cuando recibió una carta en la que le decían que su furgoneta estaba embargada.
Cuando acudió al Ayuntamiento se encontró con una deuda a raíz de las 302 multas que le había puesto la Guardia Urbana. Miguel cree que uno o dos agentes se han ensañado con él y han ido multándole día tras día, ya que, en otros sitios, la misma policía le avisaba del peligro.
El abogado de Miguel reclama la anulación de todas estas sanciones y critica conductas como ésta por parte del Ayuntamiento. Además, él también piensa que ha habido una persecución contra Miguel por parte de la Guardia Urbana.