Ricardo Menéndez Salmón se define como "un escritor sin etiquetas". Algo que, a los periodistas, acostumbrados a etiquetarlo todo y a condensar cualquier concepto, nos descoloca. Pero es que el escritor gijonés ha escrito de todo: poesía, ensayos, novelas, memorias y relatos. Estos últimos son los que nos ocupan hoy.
En Los muebles del mundo ha seleccionado 21 de sus cuentos más representativos. 268 páginas escritas a lo largo de casi 25 años. "Recuperar tantos años de escritura te permite hacer un poco de genealogía de las mudas de serpiente que has ido dejando atrás", nos cuenta el autor.
Adiós al cuento
En esta obra no solo están los escritores que alguna vez ha sido, también los grandes temas que lleva años abordando: "La relación entre Historia e historia, el problema del mal en el mundo, la capacidad del arte para oponerse al mal, qué lugares de consuelo podemos rastrear para dialogar con una realidad que no siempre es tan amable como deseamos...", reflexiona. "No hay tantos temas sobre los que escribir", asegura sonriendo. "Y cuando uno además ha hallado los suyos es relativamente sencillo volver a ellos".
La escritura de estos cuentos se ha prolongado durante tanto tiempo que, en cierto modo, son algo así como una biografía intelectual del autor. "Muchos de los asuntos de lo autobiográficos acaban encarnando en ficciones . Hasta el punto de que, al final, hay cierta verdad en que toda autobiografía es ficción, y toda ficción introduce elementos autobiográficos".
Con este libro, Menéndez Salmón dice adiós a un género inmortal. "Podríamos tirar del microrrelato de Monterroso: cuando el lector se despertó, el cuento seguía allí", dice un escritor que cierra una etapa iniciada un día de verano: "Soy escritor porque con 18 años leí Viaje al fin de la noche de Louis-Ferdinand Céline y me dio al vuelta. Me dio la vuelta como un guante", recuerda. "Sentí que había una forma de relacionarse con el mundo a través de las palabras que yo hasta entonces desconocía".
El éxito de escribir (y no tanto de vender)
Hoy es considerado como uno de los grandes escritores españoles contemporáneos, aunque no le veréis en las listas de los libros más vendidos. Y no será por ganas. "Sí, sí, si", asiente con la cabeza. "Si tengo 5.000 lectores me gustaría tener 50.000, porque no creo que eso fuera un índice de que mi obra es peor o menos exigente. Pero soy consciente de la literatura que hago", argumenta. "Lo que el escritor debe comprender, y eso a veces lleva su tiempo, es que si tú te mantienes fiel a unos principios literarios, el mercado editorial y el sistema cultural van a dar una respuesta determinada a tu obra. No puedes pretender llegar a todo el público que tu quisieras".
"La literatura es tan plástica que siempre hay lugares en los que cobijarse"
Para Ricardo Menéndez Salmón el éxito no pasa por los números, sino por poder escribir el libro que le apetece en cada momento, con la misma editora y en la misma editorial, Seix Barral. "El éxito, en mi caso, es poder llevar adelante un proyecto literario que nació hace 25 años y que se ha consolidado en la misma dirección. Nunca se me ha invitado a escribir cierto tipo de libro, y nunca se me ha censurado por escribir libros más o menos complejos".
Los muebles del mundo es otro paso más en ese camino. Una obra con la que descubrir (o redescubrir) a Menéndez Salmón. "La literatura es tan plástica y tan infinita, que por muy mal que estén los tiempos ahí afuera siempre hay lugares en los que cobijarse".