Heather Morris

Traducción: María José Díez Pérez

Editorial: Espasa

Año de publicación: 2023

Febrero de 1942. En plena Segunda Guerra Mundial, Japón invade la entonces colonia británica de Singapur. Muchos civiles intentan huir en el buque mercante Vyner Brook, pero las fuerzas aéreas japonesas lo bombardean hasta hundirlo.

Algunos supervivientes consiguen llegar a la isla de Sumatra, en Indonesia, donde la ansiada libertad se convertiría en una pesadilla de tres años y siete meses. Inmediatamente son capturados por los japoneses, separados entre hombres y mujeres, y enviados a campos de prisioneros de guerra levantados en medio de la jungla.

Los supervivientes del buque Vyner Brook, bombardeado por el Ejército japonés, acabaron en campos de prisioneros

El hambre, las enfermedades y la brutalidad que sufrieron en el día a día recuerdan irremediablemente a la barbarie nazi. Bien lo sabe la superventas Heather Morris, acostumbrada a relatar historias de supervivencia en novelas como El tatuador de Asuchwitz, El viaje de Cilka o Las tres hermanas.

En esta ocasión, Morris narra una historia real que le sorprendió no conocer, porque a bordo del buque viajaban 65 enfermeras nacidas en Australia, como ella. "Ahí hay una historia que es preciso contar a un público nuevo", le dijo su editora, que fue quien le animó a investigar aquel pedazo de historia convertido ahora en novela.

Un estilo sencillo para contar vidas increíbles

La escritura de Morris, plagada de diálogos (muchos de ellos bastante peliculeros), aportan agilidad y fluidez a un estilo en ocasiones plano. Pero la autora, consciente del interesantísimo material que tiene entre manos, se basta de la sencillez propia de los bestsellers para contar las vidas complejas e increíbles de sus personajes.

Consciente del interesante material que tiene entre manos, Morris se basta de la sencillez propia de los 'bestsellers' para contar unas vidas increíbles

Como la de Vivian Bullwinker, la única superviviente de la conocida como matanza de la isla de Bangka, en la que soldados japoneses asesinaron a varias enfermeras australianas. Se hizo la muerta, y cuando los verdugos desaparecieron, huyó a la selva donde, desgraciadamente, fue arrestada y llevada a un campo de prisioneros.

Allí se encontró con otras mujeres como la enfermera Nesta James, una de las protagonistas de Unidas por el sol naciente, que asumió el cuidado de sus compañeras, convirtiéndose en un ejemplo a seguir cuando todas se preguntaban si volverían a ver a sus seres queridos. Junto a Nesta James, mano a mano, estaba la otra gran protagonista: Norah Chambers, una mujer que vio en la música una vía de escapatoria.

Cantar para sobrevivir

Tras varios meses presas, y para hacer frente al calvario, decidieron montar un comité de entretenimiento: se reunían para escribir en un periódico que circulaba por el campo, cantaban e incluso decidieron crear una 'orquesta vocal'.

La idea fue de Chambers, que se formó en la Real Academia de Música de Londres. Mientras sus compañeras tarareaban e improvisaban sonidos, Norah Chambers era capaz de escribir las partituras de memoria. Lo hacía en trozos de papel que guardó hasta su muerte y que compartió años después con su hija y su nieto. Los conciertos organizados no solo ayudaron a levantar la moral de todas las mujeres del campo: en medio del infierno, la música fue capaz incluso de impresionar a los captores.

La novela agradará a un público ávido de historias capaces de anestesiarte de la realidad durante unas horas

La segunda parte de la novela se focaliza en ese poder sanador de la música y de la amistad, en cómo el ser humano es capaz de encontrar un hilo de esperanza en medio de la oscuridad. Centrada en los sentimientos más que en los datos y hechos históricos, Unidas por el sol naciente es el típico libro que agradará a un amplísimo público ávido de novelas capaces de anestesiarte de la realidad durante un buen puñado de horas.

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