Reyes Monforte
Editorial: Plaza y Janés
Año de publicación original: 2024
Sucedió en Venecia, en septiembre de 1907. La condesa Maria Tarnowska se ve señalada por un crimen lleno de incógnitas. Su prometido, el conde Kamarowski, muere en circunstancias extrañas tras ser disparado por uno de sus amigos, el traductor ruso Nikolái Naumov, que resulta ser amante de la condesa. Aunque ella no apretó el gatillo, la señalaron como instigadora del asesinato.La historia se convirtió sin buscarlo en uno de los primeros true crimesde la historia. Tres años después, para despejar la equis de la ecuación, tuvo lugar un juicio sin precedentes que sentó en el banquillo a una de las mujeres más fascinantes de la historia del crimen.
Defensa sorprendente y audaz
Un proceso judicial insólito, no solo porque despertó el interés de la prensa incluso al otro lado del charco, sino porque fue la primera vez que se admitió como defensa la psicología freudiana con la que la condesa trató de explicar los mecanismos de su mente. El "yo soy yo y mis circunstancias" de Ortega y Gasset elevado a la máxima potencia.
En el juicio a la condesa se admitió como defensa, por primera vez en la historia, la psicología freudiana
Fueron capaces de justificar sus acciones en base a cómo le afectaron sus circunstancias vitales. Se incluyó la tesis de una mala salud mental por herencia genética, ya que probaron que había casos parecidos al de ella en la familia materna. También justificaron una sintomatología cercana a lo que hoy se conoce como depresión posparto recogida en estos términos: "un lento proceso de envenenamiento de la sangre de origen ginecológico, sucedido al dar a luz a su primer hijo que pudo afectar a su actividad mental".
Ella fue madre años antes del asesinato y, al parecer, el nacimiento de su hijo la sumió en una situación de inestabilidad que arrastró durante años. Esta estrategia de defensa presentó a la condesa no como adicta al alcohol y las drogas sino como víctima de su propia genética.
La condesa tenía tras de sí una red de relaciones nada sanas en el que algunos hombres llegaban hasta a suicidarse por ella
Tenía una vida compleja que la llevó a mantener unas relaciones nada sanas. La seducción, precisamente, hace de arma de doble filo. Posibilita que esta mujer dotada de una belleza cautivadora y una fuerte personalidad se haga con las riendas de su vida en busca de su libertad.
Pero también se vuelve en su contra desplegando un complejo entramado de amantes, alcohol, drogas y masoquismo en el que se ve envuelta de la mano de los hombres que la rodean. El deseo de posesión es tan extremo en algunos casos que varios de sus pretendientes llegaron a suicidarse por no poder hacerse con su amor.
Venecia, un personaje más
La ciudad de los canales hace también las veces de personaje de la novela. Es testigo de una historia olvidada que sacudió los cimientos de la belle époquede principios de siglo. Una historia a la que la escritora ha dotado de una ágil ficción que nos introduce de lleno en un suceso por momentos atractivo y por momentos deleznable.
Un marco en el que se desdibuja la moral preconcebida de buenos y malos, para reflexionar profundamente entre lo que nos hace inocentes y/o culpables. Las circunstancias y vivencias que marcaron la vida de una mujer que se enfrentó al sistema y a la sociedad de la época, desafiando la norma, pero sin renunciar a su libertad y a la necesidad de reivindicar su deseo.