Cristina López Barrio
Editorial: Planeta
Año de publicación original: 2024
Como en una escalera que se abriera bajo la planta noble de una casa, dando paso a niveles más modestos de la sociedad, así se desarrolla esta novela. La tierra bajo tus piesno es el descenso, sino la bajada de una joven de buena familia (no de las asquerosamente ricas, sino simplemente buena, acomodada) a una realidad desconocida, pero nunca peor. Un viaje de la ciudad al mundo rural donde descubrir no solo otro mundo sino quién eres en realidad.
En la España rural Cati no solo descubrirá un país desconocido y fascinante, también encontrará el amor
Cati vive su vida en el Madrid de 1935. A sus 23 años va de tertulias de café a fiestas, mientras trata de desarrollar una profesión de figurinista en compañías de teatro independientes después de haber estudiado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando con Julio Romero de Torres.
Pero cuando la desgracia llame a sus puerta tomará una decisión que le cambiará la vida: acompañará a las Misiones Pedagógicas, aquel proyecto de la Institución Libre de Enseñanza que pretendía llevar la cultura a todos los pueblos de la España Rural, a un viaje por una comarca leonesa.
Allí, Cati no solo descubrirá una España desconocida y fascinante, manejada con otras herramientas, marcada por otros relojes, sino que también encontrará el amor.
La novela multigénero
Porque sí, esta es una novela romántica. Y habla de un amor difícil. El que puede surgir entre una chica de ciudad y un hombre al que las circunstancias han llevado a ocultarse en la naturaleza. Dos vidas opuestas que confluyen de una manera natural y salvaje y donde la pasión hará de nexo de unión entre ambos universos.
Pero también es un relato histórico que refleja con multitud de detalles y anécdotas un momento clave de nuestro pasado. Una España llena de ilusión y de proyectos, llena de felicidad, pero también de rencor y de ira. Y donde la presión social empuja a la sociedad a partirse en dos. Un descalabro que en las páginas de La tierra bajo tus pies solo se intuye, nunca se muestra del todo. Porque la fotografía está tomada justo antes de la explosión, cuando todavía había sonrisas, sueños e ilusiones.
La España de 1935 estaba llena de ilusión y de proyectos, llena de felicidad pero también de rencor y de ira
La gran cantidad de personajes reales que aparecen en sus páginas, desde Manuel Bartolomé Cossío, impulsor de las Misiones Pedagógicas, como Alejandro Casona, dramaturgo miembro de la Generación del 27 y director del grupo teatral al que acompaña Cati en esta novela, aportan el anclaje en la realidad de la historia y le dan un cariz de crónica que recuerda a algunos pasajes de El tiempo entre costuras.
Además, esta novela de Cristina López Barrio se ayuda constantemente de un elemento clave en todas las sociedades y de un valor cultural ineludible: el cine. Ya sea en las películas que se proyectan en las salas de la Gran Vía madrileña al comienzo de la historia o de las que les ponen a los habitantes de esos pueblos perdidos que jamás habían visto algo parecido.
Está muy bien contado cómo una cinta como 'Luces de la ciudad', la película de Charles Chaplin, puede afectar a una persona que ha vivido toda su vida en el campo y por su cabeza no ha pasado jamás algo parecido a lo que la gran pantalla le muestra.
Un descenso inspirador
Todos estos elementos ―la historia de amor, la tensión social a punto de estallar, las rencillas del campo, las ilusiones de la II República― se mezclan con calma, sin agitarse, como diría James Bond.. Y en esas escaleras de las que hablábamos al principio, el lector se sentirá seguro, porque cada peldaño está bien construido.
Mientras descendemos con Cati hay cosas que se pierden, pero aparecen otras que completan el paisaje con nuevos colores
Y aunque la estructura de la novela te lleva en descenso constante, no es una bajada sin control. Es un avanzar paulatino y sereno en un viaje, el de Cati, hacia las raíces de la tierra para encontrar las suyas propias. Y mientras descendemos con ella hay cosas que se van perdiendo, pero aparecen otras distintas que completan el paisaje con nuevos colores.
Una lectura agradecida, con capítulos de accesible tamaño en los que la trama avanza sin detenerse jamás, con alguna pincelada de realismo mágico al describir la naturaleza poderosa que gana espacio al pasar de las páginas. Y que ha obtenido el prestigioso premio Azorín de novela 2024, convocado por la Diputación Provincial de Alicante y la Editorial Planeta.