Beatriz Alcaná

Editorial: Ediciones del viento

Año de publicación original: 2023

Un día como cualquier otro os despertáis y estáis en 1950. En plena posguerra. España es un lugar oscuro, gris. Le pertenece a gente que solo quiere ver amanecer un día más. No hay muchas más pretensiones que tener un plato de comida que llevarse a la boca y un trabajo que se lo proporcione. La vida es anodina pero es segura, tranquila, sosegada. Algo que hasta hacía bien poco era casi un sueño.

A esa vida de ciudad, a Madrid, llega Berta huyendo del pueblo y de sus despóticos y envidiosos padres. Su tío Pedro la acoge en su casa como manceba de la farmacia que regenta. Un trabajo tranquilo en una casa más o menos pudiente se le antoja casi como un regalo. Poco podía imaginar que lo que esconden esas cuatro paredes es, casi, un cuento de terror.

Pesadillas de lo cotidiano

No voy a haceros la faena de ser mucho más concreto. Teseo en llamas me ha supuesto una de las sorpresas literarias más agradables de lo que llevamos de 2024. De hecho, dad por seguro que vamos a incluir la novela de Beatriz Alcaná en nuestra lista de los mejores libros del año. Y hay que llegar a ella lo más virgen posible. Si os podéis ahorrar leeros la contraportada, mejor.

Por cierto, hablando de galardones, esta obra ya sabe lo que es disfrutar de semejantes honores. Ha conseguido el Premio de Novela Ciudad de Salamanca y hace bien poco se ha hecho con el Kelvin 505, el premio a la mejor novela nacional en el prestigioso festival Celsius de literatura fantástica y de ciencia ficción que se celebra en Avilés. Pero no os voy a abrumar con más loas. Esas caen por sí solas cuando uno va metiéndose en su historia.

El viaje que nos propone Beatriz Alcaná se va enturbiando a cada página. Y nosotros también nos enturbiamos con él

Una que arranca siendo un relato costumbrista, que se va intercalando con flashbacks de personajes que, al principio, no vienen a cuento con la historia principal. Poco a poco van tejiendo una red que se transforma en un relato gótico desagradable y algo terrorífico lleno de deseos irrefrenables, de culpa y de un crimen terrible con vudú y santería de por medio.

El viaje que nos propone Alcaná se va enturbiando más y más a cada página que pasa. Y nosotros también nos enturbiamos con él.

Una de las revelaciones del año

Beatriz Alcaná solo ha necesitado 265 páginas para volverme completamente loco. Teseo en llamas es, ante todo, una novela muy bien escrita. Con un lenguaje sencillo, al alcance de cualquiera y con el que teje una prosa sin artificios. Su escritora está siempre al servicio de una historia que te agarra por el pescuezo y no te suelta.

'Teseo en llamas' es, ante todo, una novela muy bien escrita

Es imposible no encapricharse con todos los personajes de esta novela. Todos tienen sus grandes momentos y hasta a los más odiosos les acabas compadeciendo. Y eso, creo yo, es algo muy difícil. El mérito está en una historia que se toma su tiempo (y eso que es relativamente breve) y le da peso a cada uno de ellos cuando toca.

Evidentemente, todo lo que vamos presenciando está contado a través de los ojos de Berta. Ella es la protagonista de esta historia, pero personajes tan episódicos como el de Eustaquia, por ejemplo, se quedarán un ratito en vuestra memoria porque parece que tienen alma.

Alcaná no esconde su amor (ni su inspiración) por las fuentes más clásicas con este libro. De hecho, hace todo lo contrario. Beatriz adora la mitología clásica y la introduce en la novela. El título mismo ya os debería dar una gran pista de a qué me refiero. Varios de sus personajes también tienen nombres que nos retrotraen a la Grecia antigua. Y no me extiendo más aquí porque a poco que indaguéis os podéis reventar algunas de las sorpresas que os aguardan.

Es un libro en el que hay un punto de no retorno y cuando llegas a él, estás irremediablemente atrapado

Teseo en llamas es una pequeña joya. Una historia que va cogiendo velocidad. Poquito a poco prepara sus fichas de dominó para que, en el momento que Beatriz Alcaná quiere, se echa abajo la primera y el resto caen irremediablemente como un tren desbocado que acaba destrozándolo todo y destrozándote a ti por el camino.

Es un libro en el que hay un punto de no retorno y cuando llegas a él, estás irremediablemente atrapado. Has jugado al juego que Beatriz ha querido y tanto ella como Román (no voy a deciros ni quién es) han ganado. Tú, inocente lector, pierdes. Pero, bendita pérdida. Ojalá todas fueran como esta.