Isao Moutte

Traductora: Lucía Bermúdez Carballo

Editorial: Astiberri

Año de publicación original: 2023

"No me pondré nunca más los calcetines". Ese críptico mensaje es lo único que encuentra la mujer de Kaze al amanecer. Sin hacer ruido, sin llevarse prácticamente nada, durante la noche, Kaze se ha marchado. Como dicen en Japón, se ha evaporado. Sin dar una dirección ni llevarse el teléfono.

Cada año se "evaporan" en Japón más de 80.000 personas. Desapariciones voluntarias en las que la policía no puede hacer nada

Cada año se "evaporan" en Japón más de 80.000 personas. Desapariciones ante las que la policía no puede hacer nada, porque son decisiones voluntarias tomadas por un adulto. Gente que trata de empezar de cero, comenzar una nueva vida y romper con todo lo que tenían.

Pero en la historia de Kaze nada cuadra. Por eso su mujer llama a su hija, Yukiko, que trabaja en Francia, pidiéndole que vuelva y le ayude a encontrarlo. Yukiko empezará una investigación de la que seremos testigos, mientras vemos en paralelo que los motivos que le han llevado a su padre a viajar a Tokio son mucho más peligrosos de lo que su familia jamás podía haber imaginado.

Los estragos del tsunami

Porque su padre ha viajado a Tokio después de haber sido despedido de su empresa de seguridad en la que llevaba trabajando 35 años. Tratando de averiguar por qué han prescindido de él cuando jamás ha dado un problema, encuentra que su trabajo ha permitido que varias empresas se lucren comprando los terrenos arrasados por el tsunami que devastó la costa norte de Japón en 2011.

Mientras tira de los hilos para vengarse de la gente que se ha aprovechado de la desgracia, la casualidad quiere que en Tokio conozca a Akainu, un niño de doce años al que el tsunami dejó huérfano, que malvive en las calles de Tokio. Con esta estructura narrativa tan compleja, el joven dibujante franco-japonés Isao Moutte levanta una novela gráfica tan poderosa como abrumadora.

Los paisajes, naturales, urbanos e incluso humanos siempre en blanco y negro, sirven para profundizar en una historia en la que no abunda el texto

Una historia basada en la novela homónima del escritor francés Thomas B. Reverdy que habla de personajes abandonados por la sociedad, evaporados. Y, gracias a los dibujos de Isao Moutte, la novela gráfica crece a partir de los silencios de sus actores principales. De sus expresiones y de viñetas y viñetas en las que aparentemente no avanza la historia: paisajes, naturales, urbanos e incluso humanos siempre en blanco y negro, que sirven para situar la acción, para obtener contexto, para profundizar en una historia en la que no abunda el texto.

Cabe destacar las imágenes de los pueblos arrasados por el tsunami. Un año después de la catástrofe, apenas cúmulos de escombros agolpados en los bordes de las calles, ausencia total de vida, retazos de una tristeza infinita.

Esencia manga

Nacido en Japón de familia francesa, Isao Moutte se licenció en Bellas Artes en Angoulême por eso su obra está a medio camino entre el cómic occidental y el manga. Con gran capacidad de dotar de dinamismo y energía las escenas de acción, el ritmo lento de la historia y las dobles páginas plagadas de detalles, hacen que esta lectura se deguste reposadamente.

La obra de Moutte está a medio camino entre el cómic occidental y el manga

Y por si fuera poco, la cuidada y elegante edición de Astiberri, como nos tiene acostumbrados, convierte Los Evaporados en una obra magnífica. Capaz de hacer una descripción de la parte más oscura de la sociedad japonesa, reflejada en un thriller que se acelera según avanzan las páginas y con una estética cuidada y preciosa.