Donna Leon

Traductora: Maia Figueroa Evans

Editorial: Seix Barral

Año de publicación original: 2024

Venecia no es solo un escaparate más. Es un lugar único para situar una novela. Es, prácticamente, otro personaje. Donna Leon se quedó tan prendada de la ciudad de los canales que se fue a vivir allí hace 43 años. Pero, a pesar de que sus novelas han sido traducidas a 23 idiomas y es mundialmente famosa, sus vecinos ni la conocen. Siempre se ha negado a que sus obras se traduzcan al italiano porque prefiere pasar desapercibida y pasear por Venecia con toda la tranquilidad (sin contar a la marea diaria de turistas, claro).

La serie del comisario Brunetticonstituye el grueso de su obra. De hecho, El fuego purificador es la trigésimo tercera aventura de este cínico policía. Vamos, que podríamos decir que ya peina canas dentro del mundo literario. Pero es que las novelas protagonizadas por él siempre consiguen engancharnos. Para empezar, combate el crimen en Venecia. En vez de coches de policía hay góndolas, vaporettos, lanchas. ¡Cómo no va a molar! Pero, escenarios aparte, el comisario Brunetti es todo un personaje en el sentido más amplio de la palabra.

Señalando lo injusto del sistema

Brunetti es alguien que está de vuelta de todo y que se enfrenta a crímenes y, por supuesto, a un sistema corrupto hasta la médula en el que sabe que sólo puede llegar hasta cierto punto. Nunca podrá cambiarlo. Eso es lo que le vuelve completamente cínico pero también idealista. Porque lo sigue intentando una y otra vez.

A través de Brunetti, Donna Leon denuncia los recovecos ocultos y oscuros de nuestro sistema

A través de Brunetti y los casos a los que se enfrenta, Donna Leon denuncia los recovecos oscuros y ocultos de nuestro sistema. Aquellos que se utilizan para aprovecharse y sacar partido en beneficio propio. A Leon le gusta señalar a los jetas y a los aprovechados de nuestra sociedad y sacarles los colores. Aunque sea dentro de los muros de su propio universo.

Bandas juveniles

En El fuego purificador Donna Leon centra el foco en la violencia de las bandas juveniles. Un tema que está muy de actualidad y que en el caso de este texto, invade toda Venecia llegando incluso a colarse dentro de la propia questura veneciana (la comisaría de la policía). Brunetti y su compañera Griffoni van a intentar ponerle cerco y comprender de donde viene todo este ciclo de violencia.

Dentro de toda esta espiral hay un adolescente solitario que parece atrapado dentro de una de estas bandas. A los protagonistas de la novela no les pega para nada que alguien como él haya acabado ahí y se implican más de lo que desearían para averiguar el por qué. La figura de un padre ausente que tiene un oscuro pasado tiene mucho que ver.

'El fuego purificador' centra el foco en la violencia de las bandas juveniles

Pero no hablaríamos de una novela de Donna Leon sin que los poderes fácticos corrompidos hicieran acto de presencia. El vicequestore Patta, (paradigma del jefe estúpido, incompetente y trepa) también tiene su cuota de importancia aquí. No le gusta nada este estallido violento entre bandas. No puede permitir que la opinión pública vea cómo la situación se le va de las manos y menos aún que sus superiores se vean afectados por ello. Por ello va a hostigar a Brunetti y Griffoni para que lo solucionen como sea.

Pero es que no solo estamos ante un problema que vaya a traer de cabeza a la policía. Una guerra entre bandas en pleno Venecia supone traer el caos y la inseguridad a una de las ciudades más turísticas del mundo y principal motor económico de toda la zona. Es un lujo que nadie se puede permitir y cuyo desenlace trae la indeleble marca de agua de Donna Leon.

Adentrarse en Venecia es como viajar en el tiempo a otra época y dejarse llevar por una ciudad única. Hacerlo a través de las novelas de Leon es dejarse empapar por el acqua alta, por la niebla matutina y por esa extrema humedad que nunca te abandona dentro de un lugar que ya es más parque de atracciones que ciudad pero que es imposible de replicar. Venecia, solo hay una.