Enheduanna

Traductores y edición: Laura Rochera y Paco Moreno

Editorial: Espinas

Año de publicación original: 2024

"Me atrevería a aventurar que Anónimo, que tantas obras ha escrito sin firmar, era a menudo una mujer". Fue una contundente denuncia que Virginia Wolf incluyó en su ensayo Una habitación propia. No se equivocaba. Las mujeres siguen sin tener su lugar en la historia universal de la literatura. Amnistía Internacional recogía en un informe que en los currículos escolares las mujeres escritoras empiezan a aparecer en el siglo XV con Santa Teresa de Jesús y que en ningún caso los contenidos son paritarios. Hoy sabemos que la brecha de género se remonta a más de 4.000 años atrás.

Si recorremos toda la historia de la civilización, Enheduanna fue el primer autor literario. Fue una mujer

Si recorremos toda la historia de la civilización Enheduanna fue el primer autor que existió. Y fue una mujer. Inauguró el concepto de autoría y su firma es la más antigua de la que se tenga constancia. Su hazaña es doble, porque también es la primera mujer de la historia de la que se conoce que tuvo el título de "Sacerdotisa En", un rol de gran relevancia que solían ostentar las hijas de la familia real.

Quienes hayan disfrutado de El infinito en un junco, de Irene Vallejo, habrán leído su nombre como una de las autoras clave. Pero había que hacer justicia con la primera autora cuyo legado apenas se conoce, pese a haber escrito 15 siglos antes que Homero y 18 siglos antes que Safo. Ahora, Laura Rochera y Paco Moreno ponen a esta pionera en el lugar que merece; y nos regalan, por primera vez en español, la traducción de algunos de sus cantos más célebres en Ella habla, las ciudades se derrumban. Enheduanna la primera autora del mundo (Espinas, 2024).

Una firma que hizo historia

Una de las incógnitas que los autores intentan resolver en este interesante ensayo es por qué la autora estampó su firma en sus escritos. Es muy interesante recorrer de su mano la historia de la escritura para comprender el gran hito que protagonizó. Ya les adelantamos que firmó para reivindicarse y empoderarse. "Para posicionarse en tanto y cuanto autoridad política y religiosa con la intención de fortalecer la campaña de apropiación y asimilación de los nuevos territorios conquistados bajo el nuevo imperio Arcadio de su padre".

Sabía de la importancia del relato, fue cronista de su tiempo y sus textos sirvieron no solo de alegoría a deidades

Se puede leer entre líneas que sabía de la importancia del relato. Se convirtió en algo así como en cronista de su tiempo y sus textos sirvieron no solo de alegoría a deidades sino también para que quedara constancia de las hazañas militares del imperio que su familia construía. Además ponía en valor el hecho de que ostentase el cargo de sacerdotisa, ya que firmaba con él y no con su nombre propio como leemos en este fragmento de La exaltación de Inanna:

"Yo,

la suma sacerdotisa.

Yo,

Enheduanna".

Reivindicando su legado

La importancia de la obra de Enheduanna trasciende lo puramente literario. Los editores del libro explican curiosidades coetáneas a ella que nos hacen entender mejor quiénes somos. Por ejemplo, nuestro sistema de medición del tiempo está relacionado con la autora pionera. Precisamente, una de las funciones de los sacerdotes y sacerdotisas era estudiar y controlar el tiempo. Nuestra forma de medirlo, el sistema sexagesimal, se lo debemos al calendario mesopotámico que introdujo esa matemática basada en números sagrados como el 7 y el 60. Así 60 segundos pasaron a ser un minuto, por ejemplo.

También es el ejemplo más remoto de escritura, tal y como la conocemos hoy, firmada. Hay cierto consenso en torno a que los sumerios inventaron la escritura allá por el año 3500 a.C. Primero fueron pictogramas y después lo que se denominó escritura cuneiforme, un sistema que otorgaba a los símbolos valores fonéticos y silábicos.

"Han querido hacer justicia con esta primera autora y devolverla al lugar que merecía"

En sus orígenes la escritura era una herramienta para poder inventariar los intercambios comerciales. Pero un milenio después evolucionó con fines literarios y aquí Enheduanna edificó los cimientos: "Elevó la escritura a propósitos políticos, estéticos, religiosos y psicológicos apenas 350 años después de que se constituyera. El logro es aún más abrumador cuando pensamos que no tenía precedentes ni referentes en los que inspirarse", recogen los autores en el libro.

Dicen Laura Ronchera y Paco Moreno que disfrutaron con toda la investigación en torno a su persona y a su legado. Que han querido hacer justicia con esta primera autora y devolverla al lugar que merecía. Aseguran que traducir sus textos ha supuesto también "traducir su corazón" y rescatar quién fue y por qué lo que hizo fue algo tan grande. Recalcan que sus escritos tenían un nivel de complejidad de significados que no fue alcanzado hasta siglos después.

Además, nunca antes habíamos podido disfrutar de la primera autora de la historia literaria universal en español. Así que construyen un homenaje redondo para poder disfrutar hoy de sus textos históricos y plantearnos, cada vez que leamos cualquier tipo de literatura, que la persona detrás de su redacción y su firma y el concepto de autoría fue una auténtica revolución que emprendió cuatro milenios atrás esta autora a la que se intenta dar el lugar que le corresponde.