Gareth Gore

Traductor: Efrén del Valle

Editorial: Crítica

Año de publicación original: 2024

En julio de 2022, el Papa Francisco degradó al Opus Dei dentro de la jerarquía eclesiástica. La decisión llegaba después de numerosos escándalos y una espiral de casos de abusos sexuales, ingeniera financiera y grandes quiebras que pusieron al Opus en el punto de mira.

'Opus' es un recorrido por la historia de la organización, su fundación y los cambios sufridos a lo largo de las décadas

La editorial Crítica publica Opus, un recorrido por la historia de la organización, su fundación y los cambios sufridos a lo largo de las décadas. Una larga lista de escándalos y tráfico de influencias. Desde los que permearon a la prensa y la opinión pública, incluso en forma de guiños en series de TV, hasta las que se han intentado mantener a la sombra, reflejo de una organización tan influyente como peligrosa.

Su autor, Gareth Gore, dedicó más de cinco años a una investigación que culmina en un libro que bien podría formar parte de las estanterías de ficción, pero que es tan real como aterrador.

"No veáis hombres, ved almas"

El derrumbe del Banco Popular en 2017 llevó a Gore hacia la pista de las posibles causas del desastroso final de uno de los bancos más sólidos del mundo. La noticia, tan repentina como deshilvanada, apuntaba a un pacto entre caballeros franquistas, que llegaba hasta altas esferas de la política a ambos lados del océano y que se remontaba a los años cuarenta del siglo pasado.

Escrivá de Balaguer, su fundador, repartió entre los primeros miembros precisas Instrucciones sobre el modo de hacer proselitismo. La publicación de este documento fue secreta y remitida exclusivamente a los miembros. Se exigía convencer solo a los menores de 25 años, evitar a las mujeres y hacerlo siempre de forma individualizada para conseguir el éxito: "Las vocaciones han de venir de una en una".

Escrivá de Balaguer exigía convencer solo a los menores de 25 años, evitar a las mujeres y hacerlo siempre de forma individualizada

Gore explica cómo se dibujaron los cimientos de una organización que en ese momento se disfrazó bajo la fachada de una academia laica. Una alternativa burguesa y tranquila a la peligrosa situación dentro de las universidades de la época, azotadas por los mismos vientos que serían vendavales con el estallido de la Guerra Civil. Desde la educación, Balaguer encontró la mejor forma de atraer nuevas "almas" hasta el seno de su organización, lo que en sus palabras constituiría un "ejército de Dios".

A un lado los numerarios (el cuerpo de élite de la organización, con una vida célibe, casi monacal) y los supernumerarios (el grueso de los miembros de la organización), al otro estaban las mujeres, obligadas a servir al resto de la organización, muchas veces en situación de semiesclavitud.

Un pacto entre caballeros y millonarios

Gore recorre la historia del Opus, un descenso a los infiernos desde el que nos guía y señala en la dirección adecuada. El régimen franquista otorgó plenos poderes a un grupo de empresarios vinculados a la organización. El aperturismo terminó de afianzar una era del Opus en nuestro país que tocaba todos los estratos de la sociedad.

A finales de los años 50, las empresas vinculadas a la Obra se expandían hacia una veintena de países

A finales de los años 50, las empresas vinculadas a la Obra ya se expandían hacia una veintena de países, con especial atención a los Estados Unidos. Gore expone las entretelas de la Sindicatura, un pacto entre hombres fuertes, empresarios e inversores que en menos de una década se hicieron con el control del Banco Popular, obteniendo a cambio financiación para los negocios de la Obra.

Opus relata el lento pero constante avance de la organización al otro lado del océano. Una influencia que llegó incluso materializada en la decisión de escoger al juez conservador Neil Gorsuch, favorable a la Obra. Gore afirma que "desde el franquismo, el movimiento no había tenido un acceso tan directo al poder político".

Abusos y masoquismo

A lo largo y ancho de la década de los setenta, Estados Unidos (traumatizada por otras sectas sangrientas) empezaba a señalar a la Obra y el reguero de abusos que dejaba a su paso. Una asociación de padres publicó un libro que alertaba sobre estos peligros. Gore centra parte de su investigación en las múltiples acusaciones y casos que el Opus acumula a lo largo y ancho del mundo.

En Francia, Catherine Tissier fue la primera víctima conocida y demandó por explotación al Opus Dei. ¿La solución que aplicó la organización? Que otros perdiesen el rastro en un laberinto de empresas y responsabilidades difusas que nunca llegaron a materializarse.

Una verdad sangrante y un 'best seller'

El Opus siguió creciendo a la sombra del papa. La inclusión de Joaquín Navarro-Valls en el gabinete de prensa papal coincidió con la beatificación de Escrivá de Balaguer. Aunque a partir de la década de los noventa la organización entró en crisis. Gore recuerda cómo desde Estados Unidos empezaron a surgir casos de abusos sexuales, como el McCloskey en 2002 o el del sacerdote Manuel Cociña. Ambos intentaron ser silenciados, pero acabaron permeando a la opinión pública.

A partir de la década de los noventa, la organización entró en crisis

La publicación de El código Da Vinci terminó por tumbar su reputación de cara al resto del mundo. El libro sacó a la luz prácticas que habían sido inspiradas por la propia Obra. Los castigos físicos de muchos de los miembros se convirtieron en un asunto público. Desde los cilicios, arneses de pinchos que provocaban heridas en la piel para recordar el martirio de Cristo, hasta las 'disciplinas', pequeños látigos terminados en puntas metálicas.

Intentaron frenar la influencia del libro con una campaña que denunciaba a su autor como un escritor profano, con una obra que desprestigiaba el cristianismo. Sin embargo, sirvió de poco. En esos mismos meses, una referencia velada en la popular serie de HBO Los Soprano sobre el Opus Dei permitía tomar la temperatura a la imagen de la Obra que pasaba por una de sus mayores crisis de fe.

Disección periodística

Gareth Gore hace un ejercicio titánico de periodismo a lo largo de un libro que no titubea a la hora de poner sobre la palestra datos y nombres. La oscura propaganda de la Obra y su omnipresencia cobra un cariz casi demoníaco cuando somos capaces de ver sus entretelas tan brillantemente conectadas y explicadas.

Gore hace un ejercicio titánico de periodismo a lo largo de un libro que no titubea a la hora de poner sobre la palestra datos y nombres

Un retrato que va más allá de los datos y que resulta por momentos tenaz y psicológico. Un primer plano completo de sus protagonistas y, sobre todo, de sus intereses, dentro y fuera de la religión y la política. Gore juega brillantemente con la imagen pública y privada de la organización, un juego de luces y sombras en el que el espectador nunca es consciente de lo que ocurre y que pone de manifiesto la absoluta falta de escrúpulos de muchos de sus miembros.

Con la fecha del cien aniversario de la Organización cada vez más cerca, el escritor y periodista se permite en los últimos capítulos vaticinar el futuro de la organización. El descontento dentro de la Obra, así como la oposición del Vaticano, han hecho que disminuya su poder en los últimos años. Sin embargo, Gore plantea que su futuro podría depender totalmente de la influencia papal para que la oscura agenda del Opus pueda seguir adelante.

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