Autora: NoViolet Bulawayo
Traductora: Sonia Tapia Sánchez
Editorial: AdN
Año de publicación original: 2022
Con solo dos novelas, NoViolet Bulawayo se ha hecho un hueco en el panorama literario internacional. Con la primera, Necesitamos nombres nuevos, fue finalista del Premio Booker 2013, el mismo reconocimiento que ha obtenido con Gloria.
NoViolet Bulawayo ha sido finalista del Premio Booker con sus dos novelas
Bulawayo nos lleva en esta ocasión a Jidada, un país ficticio africano que, por fin, cuatro décadas después, ve caer al Viejo Caballo, el sanguinario tirano que "gobierna, gobierna y gobierna" por gracia de Dios. Los ciudadanos, todos ellos animales "entrenados en el arte de esperar", sueñan con un cambio. Pero la esperanza de toda Jidada está en manos (pezuñas, más bien) de un caballo que ha llegado al poder a través de un golpe de Estado.
Cómo reírse de un tirano
La escritora se ha inspirado en la caída del dictador Robert G. Mugabe para hacer un repaso por la historia reciente de su país, Zimbabue, que, cómo muchos otros del continente, siguen sufriendo las consecuencias del colonialismo y del virus del totalitarismo.
El narrador, de mirada afilada, reduce a los poderosos a una simple caricatura
Lo primero que llama la atención es el tono de la novela. El sarcasmo con el que el narrador, de mirada muy afilada, se mofa de los poderosos, reduciéndolos a una simple caricatura. Como la doctora Dulce Madre, esposa del Viejo Caballo, descrita como una burra "capaz de reducir a cualquier animal, hacerlo pedazos, aplastarlo bajo sus tacones de Gucci". "Escribo para la resistencia, y cuando la gente es capaz de reírse de los tiranos se vuelve más fácil criticarlos y hacerles rendir cuentas", nos cuenta la autora en esta entrevista.
Una sátira para reflexionar
Bulawayo se sirve de un lenguaje muy vivo y de todo tipo de recursos narrativos (repeticiones, palabras locales, páginas repletas de diálogos, textos en formato de tuit...) que otorgan personalidad al relato. Aunque en ocasiones la entrada y salida constante de personajes resulta algo confusa, la historia es amena y entretenida, y se hace todavía más interesante con la aparición de Destino, el personaje que aporta el toque de solemnidad y con el que descubriremos algunos de los capítulos más oscuros de la historia de Zimbabue. En la parte más terrenal, más humana, más lírica, reside la fuerza de Gloria.
¿Se puede justificar un golpe de Estado contra un dictador?
La lectura de esta historia (algo más de 400 páginas) plantea preguntas interesantes a partir de situaciones hilarantes: ¿Cómo se libera un país de la tiranía? ¿Se puede justificar un golpe de Estado contra un dictador? ¿Existen golpes de Estado democráticos? ¿Cómo de alargada sigue siendo la sombra del colonialismo?
Gloria es, en definitiva, una notable sátira. Una historia que nos sumerge en un país de eternas promesas marcado por el machismo, la pobreza, y en el que, a pesar de todo, cabe la esperanza.