Autor: Manuel Vázquez Montalbán
Editorial: Altamarea
Año de publicación original: 1990
Crítico e irónico, Manuel Vázquez Montalbán retrató como nadie y de muchas formas la sociedad española de finales del siglo XX. La más conocida, a través del entrañable comisario Pepe Carvalho, el detective más emblemático de la literatura española.
Cuando se cumplen 20 años de su muerte, la extensa obra de Montalbán crece todavía más con la publicación de una novela inédita: Los papeles de Admunsen. Una historia sobre la lucha antifranquista (que podría ser la primera escrita por el autor) descubierta entre los papeles que su familia donó a la Biblioteca de Catalunya en 2016.
Pero esta solo fue una de las mil caras del escritor, periodista, ensayista, poeta... y amante del fútbol y la gastronomía. Montalbán le quitó a "la burguesía el fútbol y la comida. Lo meneó todo desde la izquierda", decía hace unos años el escritor Carlos Zanón.
"Ningún ser humano indiferente ante la comida es digno de confianza"
Supo convertir el fútbol en material literario, y le otorgó a Pepe Carvalho su pasión por la comida. "Realmente ningún ser humano indiferente ante la comida es digno de confianza", leemos en Tatuaje. La obra del detective está repleta de descripciones culinarias, y sirve, incluso, como una guía de restaurantes de Barcelona.
Autor de varios libros de comida, este Contra los gourmets reeditado por la editorial Altamarea es una gran alternativa para empezar abrir boca (perdón por el cliché) y disfrutar de un texto delicioso (disculpas de nuevo por el cliché, pero si hay un momento para soltarlo, era este).
Una historia de la gastronomía
"El gourmet jamás olvida el nombre del muerto". Así arranca Montalbán un primer capítulo brillante. "Si ese mal salvaje que es el hombre civilizado arrebatara la vida de un animal o de una planta y se comiera los cadáveres crudos, sería señalado con el dedo como un monstruo capaz de bestialidades estremecedoras. Pero si ese mal salvaje trocea el cadáver, lo marina, lo adereza, lo guisa y se lo come, su crimen se convierte en cultura y merece memoria, libros, disquisiciones, teoría, casi una ciencia de la conducta alimentaria".
"El gourmet jamás olvida el nombre del muerto"
Tras una serie de reflexiones, Vázquez Montalbán comienza un viaje por la historia de la gastronomía, desde el nacimiento del fuego ("el primer elemento que transformó cualitativamente la operación de comer") hasta nuestros días, pasando por el antiguo Egipto, la antigua Roma, el impacto de la Segunda Guerra Mundial, y, por supuesto, por la historia de la cocina española. Y lo hace a través de la religión, la cultura, la filosofía o la antropología, en un libro perfectamente documentado y plagado de referencias a otros autores y obras.
Una lectura (también) política
En este recorrido no faltan, claro, las reflexiones más políticas. El autor dedica un capítulo a la burguesía: "A finales del siglo XIX y comienzos del XX, el gusto burgués se ha apoderado de la cocina culta y ha provocado una oleada de literatura gastronómica especulativa", cuenta, para después sacar a pasear su cuchillo más afilado: "La burguesía crea la riqueza y la explotación, pero se conmueve o asusta y también fomenta la beneficencia".
"Normalizar el conocimiento gastronómico me parece una tarea menor, pero por eso me apetece"
Fue con textos como este con los que, como decía Zanón, Montalbán le arrebató la cocina a la burguesía. Aunque él no le diera mucha importancia: "Normalizar el conocimiento gastronómico me parece una tarea menor, pero por eso me apetece, en un contexto en que todo saber menor se esfuerza por ponerse tacones postizos que aumenten su estatura".
Contra los gourmets es, en definitiva, un libro interesantísimo, divertido y lleno de lucidez. La obra que solo un genio como Vázquez Montalbán podía escribir.