Jorge Díaz

Editorial: Planeta

Año de publicación original: 2025

Si hay algo que siempre recordaré de esta novela es el brutal asesinato del barón Von Rolland, el principal protagonista de El espía. No me echéis a los leones por soltaros un espóiler tan bestia porque no lo es. No temáis. Ocurre nada más arrancar la novela, en sus primeras cuatro páginas. Es tan crudo y tan explícito que te marca para el resto de lo que viene después.

Cómo se nota que Jorge Díaz es una de las tres patas que conforman esa mesa vende best sellers cuyo nombre es Carmen Mola. Lo digo porque el asesinato de Von Rolland y el cómo se cuenta nos recuerda muchísimo a esa visceralidad que ya leímos en su día en La novia gitana y sus secuelas. El propio Díaz reconoce que los Mola le han convertido en mejor escritor. No seremos nosotros quien lo juzgue, pero es cierto que la influencia se deja notar aquí. Pero volvamos con el pobre barón.

Un horripilante asesinato

Su asesinato lo perpetraron unos jóvenes en 1952. Le hostigaron hasta la muerte con perros adiestrados. Una vez hecho el mal, abandonaron el cadáver en una playa de Mojácar (Almería). Hasta allí acude un joven cabo de la Guardia Civil para investigar lo ocurrido. La reticencia inicial del pueblo se va mezclando con una investigación que nos llevará, primero, a descubrir quién fue realmente el barón Von Rolland.

Si hay algo que siempre recordaré de esta novela es el brutal asesinato del barón Von Rolland, el principal protagonista de 'El espía'

Para empezar, no era alemán, como podía deducirse por los pasos que había dado en su vida. Von Rolland se llamaba realmente Isaac Ezratty. Era judío sefardí. Y sí, estáis pensando bien: "¡Qué demonios!, ¿un judío nazi?". A Ezratty le fascinaba la cultura alemana y tenía la habilidad para infiltrarse en cualquier ambiente hostil. Dominaba varios idiomas, entre ellos, el castellano. Así que acabó trabajando para Alemania durante la Primera Guerra Mundial llevándole a la convulsa Barcelona de los primeros compases del siglo XX.

El convulso siglo XX

Así pues, tenemos dos marcos temporales en esta novela. Uno, el que sucede en los años 50 del siglo XX, donde se intenta descubrir por qué Von Rolland fue asesinado de una forma tan salvaje. Durante sus pesquisas, mediante interrogatorios (reales y retocados para hacerlos menos "aburridos") documentos clasificados y recuerdos se va desvelando la vida secreta del barón.

Von Rolland fue un judío que se unió a sus enemigos para sobrevivir, un espía nazi y un canalla y codicioso seductor

El otro marco temporal es el de la vida que le llevó primero a esa Barcelona de entreguerras que mencionaba antes. La de los pistoleros patronales y los anarquistas.

Allí tratará de hacer daño al bando aliado para ir anotando pequeñas victorias del lado alemán. Tras Barcelona, le seguiremos en nuestra Guerra Civil, luego viajaremos con él a Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y terminaremos regresando a España de nuevo al finalizar la contienda. Allí se le pierde la pista pocos años después.

El mal encarnado

Von Rolland fue un judío que se unió a sus enemigos para sobrevivir, un espía nazi, un canalla y codicioso seductor que se aprovechó de cuanta mujer salió a su paso como modo de vida. Una joya, vamos. Un personaje que tiene un poco de real y un poco de novelesco. Jorge Díaz combina las dos vertientes para tejer una historia de un personaje tan fascinante como malvado.

Es precisamente ese mal el que atrae tanto al autor de El espia. Díaz transforma al barón Von Rolland en un personaje absolutamente fascinante y poliédrico. Como lector, empatizas mucho con él pero no podemos perder de vista que unos perros le arrancaron la vida a dentelladas. Así que algo muy malo tuvo que hacer. Al descubrirlo veréis por qué es tan necesario contar la historia de esta forma y por qué a Jorge Díaz le chifa tanto escribir personajes tan sombríos.

Jorge Díaz transforma al barón Von Rolland en un personaje absolutamente fascinante y poliédrico

Jorge Díaz no es nuevo en esto. Para nada. La mayor parte de su carrera la pasó escribiendo guiones y dirigiendo en televisión. En 2009 la abandonó para dedicarse a la escritura. Antes que esta novela ya había escrito otras cuatro en solitario. Pero en 2018 llegó Carmen Mola y ya nada volvería a ser igual para él.

Ahora sus tres patas intentan sobrevivirla escribiendo por separado. Primero fue Agustín Martínez con El esplendor, ahora es Díaz con El espía. Falta la tercera pata aunque no habrá que esperar mucho. Antonio Mercero sacará libro, presumiblemente, después del verano.

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