Rebecca Yarros
Traductores: María José Díez Pérez y Víctor Ruiz Aldana
Editorial: Planeta
Año de publicación original: 2025
Volvemos a la escuela de guerra más famosa de la literatura fantástica actual. Aunque será por poco tiempo, porque todo ha cambiado. Qué lejos quedan aquellos momentos en los que Violet Sorrengail empezaba su instrucción como jinete de dragones. Ahora en Basgiath, cada paso pesa más que nunca. Ya no hay tiempo para más probaturas porque los años de entrenamiento han acabado antes de tiempo. La guerra ya está aquí. Y hay que decidir.
La escala en 'Alas de ónix' crece exponencialmente. Ya no podemos quedarnos dentro de Basgiath
Decisiones capitales y muy pocos aliados en los que confiar, porque hasta dentro de los muros del colegio hay enemigos. La escala en Alas de ónix crece exponencialmente. Ya no podemos quedarnos dentro de Basgiath. Violet tiene que salir de la escuela que ha sido su hogar durante los dos libros anteriores y también de todo lo que ha conocido para salvar lo que ama.
Su hogar, su familia, sus dragones... todo está en riesgo. Pero sobre todos ellos, quien más peligro corre es él. Sí, ya os imagináis quién es, y no seré yo el que le haga un espóiler a nadie. La vida del amor de Violet está en juego, y lo que es peor, ponerle a salvo podría destruir todo lo que conoce. Es su secreto más preciado. Pero está dispuesta a arriesgarse.
Por eso necesita un ejército de aliados para hacer frente a lo que se avecina y averiguar la verdad. Solo destapando todos los secretos que el reino de Navarre lleva siglos ocultando podrá salvarlos a todos.
La heredera de 'Harry Potter'
Ya siento ser así de críptico contándoos la historia de Empíreo, pero es que desvelaros siquiera un detalle de lo que ocurre en Alas de ónix sería destruir la ilusión y las ganas de todos aquellos que están deseando hincarle el diente al nuevo volumen de esta saga (si no lo han hecho ya, claro) o a aquellos que llevan tres años metidos en una cueva y no saben de qué les estoy hablando.
Sólo en España, se vendieron 120.000 ejemplares de 'Alas de ónix' en su primera semana en las librerías
Doy por hecho que a esta reseña no va a entrar nadie que no haya devorado ya Alas de sangre y Alas de hierro. Serán pocos, imagino, porque este fenómeno va camino de convertirse en algo histórico en el mundo de la literatura fantástica. Bueno, y de la literatura en general. Según la editorial Planeta, si nos circunscribimos a Alas de ónix, sólo en España se vendieron 120.000 ejemplares en su primera semana en las librerías. Es algo solo comparable a lo que sucedió con Harry Potter. Palabras mayores.
El 'pero' de 'Alas de ónix'
Pero no todo es oro bajo el sol del reino creado por Rebeca Yarros. No podemos obviar que el libro es largo. Muy largo. Es el más largo de los tres porque se toma su tiempo para narrar cada detalle. Tanto la cantidad de páginas como la lentitud per se, no deberían ser algo esencialmente malo. Hay libros larguísimos y de ritmo pausado que son magníficos.
No podemos obviar que el libro es largo porque se toma su tiempo para narrar cada detalle
Pero cuando al pasar las páginas sientes que hay momentos de la trama que se sienten alargados artificialmente, ahí sí existe un pero. Y en Alas de ónix ocurre más veces de las que me gustaría admitir. Eso no quita para que lo haya devorado con la misma fruición que los otros dos libros y ya esté deseando hincarle el diente al siguiente. Pero es algo que está ahí
Si has seguido el viaje de Violet desde sus inicios, encontrarás en Alas de Ónix el mismo compromiso por explorar tanto los desafíos externos como los internos de una joven que lucha no solo por sobrevivir, sino por crecer en un entorno implacable en el que no hay cabida ni siquiera para el amor. Pero ella es cabezota y quiere demostrarles a todos lo equivocados que están.
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