Mientras todo arde - Jens Liljestrand
"«El calor es muerte», pienso sentado en el quad mientras veo danzar las llamas en las copas de los árboles a mi alrededor. Es morir, marchitarse, arrugarse, languidecer y convertirse en ceniza. El calor nos hace lentos, pesados, pasivos e indiferentes. Y luego viene el fuego. Y con él, el exterminio".
Jens Liljestrand
Traductor: Ivette Miravitllas
Editorial: Destino
Año: 2021
Sinopsis: Una ola de incendios asola Suecia. Es uno de los peores veranos que se recuerdan, con la crisis climática convertida en la peor de las realidades imaginadas. En ese caos las vidas cotidianas intentan abrirse paso. Un padre de familia ve truncadas las vacaciones familiares atrapado en los brutales incendios, una joven influencer hace gala de su negacionismo mientras André, el hijo del rey del tenis, se venga de su padre ausente. Historias cruzadas con un denominador común, la catástrofe que lo cambió todo para siempre.
Por qué recomendamos 'Mientras todo arde', de Jens Liljestrand
Tal vez debamos buscar un nombre para aquellas novelas que hoy llamamos apocalípticas y que corren el riesgo de convertirse rápidamente en historias costumbristas.
'Mientras todo arde' es uno de esos casos. En esta obra, el agua ya no sale del grifo y los treinta grados -cuando vienen acompañados de una brisa agradable- se convierten en buenas noticias. Jens Liljestrand dibuja un mundo "pervertido en el que la hambruna, la guerra y el caos asolan la mitad sur del globo mientras la élite mundial de la mitad norte acumula fortunas". Ficción, pero no mucha.
Aunque más allá de alertar sobre las consecuencias de la crisis climática, lo interesante de esta novela está en cómo sus protagonistas reaccionan ante la catástrofe. Los problemas cotidianos se abren paso en medio del caos. Y la vida continúa mientras todo arde, como si el infierno fuera menos infierno cuanto más cerca está. "Uno acaba acostumbrándose", leemos de una de las páginas. "Eso es lo peor del cambio climático, que aprendemos a vivir con los incendios forestales, el calor, las personas sin hogar que mueren cocidas en París, Berlín, Madrid...".
Porque ese es el problema. Nosotros. Nuestra indiferencia. "A la naturaleza le importa un carajo", dice otro de los personajes. "Cuando decimos que estamos 'destruyendo el planeta' o 'dañando la naturaleza' son mentiras egocéntricas. No destruimos el planeta. Solo destruimos nuestras posibilidades de vivir en él".
En definitiva, esta es una novela con un trasfondo interesante que, además, se lee con muchísima agilidad. Liljestrand tira de humor y se sirve de un tono ligero y en ocasiones satírico. Porque, si hemos decidido sentarnos a ver el mundo arder, que al menos sea un rato entretenido.