Ana C. Sánchez
Editorial: Planeta Cómic
Año de publicación original: 2021
El manga siempre ha sido una experiencia visual, donde los trazos y los silencios construyen tanto como las palabras. Pero Alter Ego de Ana C. Sánchez ha llegado para darle una vuelta a esa idea, convirtiéndose en el primer manga español adaptado al formato de audiomanga. Sí, un manga que se escucha. Y lejos de quedarse en un experimento raro, esta adaptación demuestra que las historias también pueden respirar (y emocionar) solo con voces.
'Alter Ego' en audio logra algo curioso: transforma los silencios del manga en algo que se escucha
El género de este manga se define como yuri, es decir, un romance entre dos chicas, y nos mete de lleno en el caos emocional de Noel. Lleva demasiado tiempo enamorada de su mejor amiga, Elena, sin atreverse a decírselo.
Como la vida no siempre juega limpio, Elena empieza a salir con un chico, y Noel, presa de la frustración, decide desahogarse con June, la otra mejor amiga de Elena. Y aquí es donde todo se pone interesante. Esta confesión inesperada abre una caja de pandora de sentimientos, dudas y decisiones que Noel ya no puede esquivar.
Poniendo voz a las viñetas
El audiomanga convierte esas tensiones y silencios en algo tangible. Las voces, los tonos y hasta las pausas lo cambian todo. Raúl Rodríguez se encarga de guiar la historia como narrador, mientras que Sara Labalestra, Clara Swartze y Elisabet Agulló dan vida a las tres protagonistas. Sus interpretaciones no solo son creíbles, sino que consiguen que conectes con Noel, Elena y June como si estuvieras allí, viendo cada gesto o escuchando cada respiración contenida. Y es que el formato sonoro tiene esa magia: lo llena todo de matices que a veces se escapan en el papel.
Es más, transforma la experiencia en algo absolutamente certero. En el manga no hay contextualizaciones en off. Es decir, si hay un flashback o una escena en la que se utiliza una elipsis espacial o temporal, queda por cuenta y riesgo del lector saber interpretar las viñetas. Si no estás muy acostumbrado a esta experiencia puedes perderte detalles importantes. Con un audiomanga eso no pasa porque todo está descrito al detalle al ser el oído el único sentido que participa en la narración.
El audiomanga convierte las tensiones y los silencios en algo tangible. Las voces, los tonos y hasta las pausas lo cambian todo
Estamos ante un formato muy accesible. El audiomanga abre la puerta a personas con discapacidad visual, a quienes están acostumbrados a los audiolibros o, simplemente, a quienes buscan una experiencia diferente. Pero más allá de eso, Alter Ego en audio logra algo curioso: transforma los silencios del manga en algo que se escucha. Esos momentos de duda, los gestos que en el papel se insinúan, aquí se convierten en pausas cargadas de intención. Todo respira y cobra vida.
Las voces de los actores son clave para esto. Noel no solo "piensa" en silencio; su vulnerabilidad se siente en los titubeos de quien la interpreta. Elena tiene una tranquilidad que parece inquebrantable, pero en el fondo deja ver sus grietas, mientras que June aporta un equilibrio que podría ser cualquier cosa menos neutral. En el manga, todo esto está dibujado, pero en el audiomanga lo escuchas, y eso hace que la experiencia sea completamente diferente.
Triunfando hasta en Japón
Hay que reconocerle el mérito a Ana C. Sánchez. Ceder la obra que supuso un antes y un después en su carrera a este tipo de adaptación es un salto de fe, y el resultado no podría ser más interesante. No podemos perder de vista que esta mangaka ha triunfado en medio mundo: De Francia a Italia, pasando por Estados Unidos y Brasil para llegar a la propia Japón, la tierra del manga. Allí es muy complicado triunfar si eres un autor extranjero pero ella lo ha conseguido.
Sánchez, que nació en Murcia en 1990, siempre ha tenido un don para retratar lo complicado que pueden ser los sentimientos. Con Alter Ego, ya en su versión original, demostró que sabe construir historias íntimas y universales. Ahora, en audio, esos conflictos internos parecen susurrarte al oído.
Elegir Alter Ego para este experimento no es casualidad. Esta historia no necesita grandes explosiones ni tramas rebuscadas para enganchar. Todo está en los pequeños momentos, en los gestos y en lo que no se dice. En formato sonoro, esto no se pierde, sino que se potencia. La música, los efectos y el ritmo de la narración convierten cada capítulo en algo que se siente y que, a veces, hasta duele.
Hay que reconocerle el mérito a Ana C. Sánchez. Ceder su obra a este tipo de adaptación es un salto de fe
Claro, alguien podría preguntarse si el audiomanga puede reemplazar la lectura de toda la vida. Pero esa no es la cuestión. Esta adaptación no quiere competir con el manga original; es un complemento, una forma de redescubrir la historia desde otro ángulo. Y en ese sentido, funciona de maravilla.
Con Alter Ego, Ana C. Sánchez no solo ha contado una historia que cala; también ha sido parte de un hito en el mundo del manga español. Este audiomanga es un guiño al futuro, a un lugar donde lo visual y lo sonoro se mezclan para crear algo nuevo. Si este es el primer paso, no podemos evitar preguntarnos: ¿qué vendrá después?
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