Beatriz Roger y Luiso Soldevila

Editorial: Planeta

Año de publicación original: 2024

Cómo le gusta al thriller los policías con un pasado trágico y triste. Le chiflan. Y también le encanta que sean antipáticos, bordes, alcohólicos y que no hagan caso a las órdenes de sus superiores. Pero, eso sí, que tengan buen corazón. Sobre todo que tengan buen corazón. El inspector Pàmies de Padrenuestro cumple con esta descripción al dedillo.

Pàmies está a cargo de la investigación de un asesinato al que la etiqueta de "macabro" se le queda cortísima. Y, para empezar, primera sorpresa, Pàmies no es el protagonista de esta novela.

Un policía desaparece mientras investiga un cadáver al que le han arrancado la cabeza y le han cosido una de una cabra

De hecho, este inspector con tendencia a la autodestrucción y con alergia a las órdenes es la víctima. Una de tantas en Padrenuestro. Pàmies desaparece sin dejar rastro mientras (no en las mejores condiciones) investiga por qué ha aparecido el cadáver de un granjero al que le han arrancado la cabeza y, en su lugar, le han cosido la de una cabra.

Un crimen muy truculento y con reminiscencias esotéricas que será el primero de una serie que traerá de cabeza a una policía dividida entre dar caza a este desquiciado asesino y también centrada en encontrar a Pàmies.

Vuelve Nico Ros

Para dar con su mejor amigo e intentar solucionar esta ola de terror que tiene lugar en la zona catalana del Empurdà, el inspector Héctor Narváez contará con la ayuda de Nico Ros, el verdadero protagonista de esta novela y personaje principal de Marismas, la anterior obra y ópera prima de los autores de Padrenuestro.

Y para terminar de apuntalar un thriller que no deja descanso ni respiro, hay una serie de flashbacks en torno a una serie de personajes que están relacionados con los asesinatos y que hicieron algo muy censurable en el pasado. Ahora viven constantemente aterrorizados y vigilando su espalda. Nadie está a salvo.

Un rompecabezas de grandes personajes

Padrenuestro es un puzle. Uno plagado de escenas atroces y desagradables en el que cuando das algo por sentado, de repente, salta la banca y todo cambia. Da gusto leer este tipo de novelas porque nunca sabes cuando parar. Es lo que tienen los buenos thrillers. Te enganchan porque las incógnitas superan a las certezas y uno quiere saber. Siempre quiere saber. Hay que resolver un rompecabezas plagado de muerte.

'Padrenuestro' no sería ni la mitad de lo que es sin sus intrincados personajes

Pero es que Padrenuestro no sería ni la mitad de lo que es sin sus intrincados personajes. Olvidaos de los estereotipos, del poli bueno y del asesino malísimo y loquísimo.

Desde Pàmies, un personaje borde y desagradable, siempre al límite, al que compadeces cuando descubres su tragedia personal, pasando por Nico Ros, que ya conocemos del anterior libro y que aquí seguirá ahondando en sus problemas y miserias y terminando por el asesino en serie del que no vamos a decir nada porque, obviamente, el verdadero crimen de Padrenuestro sería contaros algo sobre... ¿él?

Madre e hijo

Beatriz Roger y Luiso Soldevila escriben a cuatro manos Padrenuestro como también escribieron a cuatro manos Marismas. Ahora recogen a aquellos personajes, los vuelven a colocar en los mismos lugares y los enfrentan a unos crímenes más extremos todavía. Por cierto, Beatriz y Luiso son madre e hijo.

Beatriz Roger y Luiso Soldevila son madre e hijo y han escrito a cuatro manos esta novela

Beatriz estudió Derecho y se graduó en Criminología, así que está claro que de ahí viene ese gusto por el thriller policiaco que ha derivado en esta novela. En cuanto a Luiso, él tuvo la idea para Marismas. Ella fue la que apuntaló algunas ideas más y se decidieron a escribirla. Un libro que ya se ha convertido en saga.

No estamos hablando de una novela corta. Son casi 600 páginas que te dejan sin resuello pero que, visto el resultado es más que probable que Nico Ros regrese con más casos en el futuro. No tardes mucho.