Fermina Cañaveras

Editorial: Espasa

Año de publicación original: 2025

Hay canciones que no se olvidan, incluso cuando parecían haber quedado enterradas bajo los escombros del tiempo. El baile de las que sobran es una de esas melodías que, como un eco persistente, nos recuerda todo lo que se quiso callar. Fermina Cañaveras toma este título cargado de significados y lo convierte en una novela que desentierra memorias olvidadas, dándole voz a quienes se les negó.

En la trastienda de una tienda de comestibles del Madrid de 1938, mientras el ruido de las bombas marca el ritmo de la vida, se teje una red de resistencia. Tomasa y Félix, los propietarios, parecen ser dos comerciantes más, pero sus verdaderos roles son todo menos ordinarios. Ella, conocida como la 'abeja reina', lidera una colmena de las Juventudes Socialistas Unificadas. Él, por su parte, dirige a los temidos 'diablos rojos', una brigada republicana temida por su extrema violencia. Los registros históricos no aclaran si eran cuatro o cinco personas, pero fusilaron a casi 2.000 falangistas.

Esta historia no nos habla solo de las mujeres que defendían el bando republicano. También nos habla de aquellas que dinamitaron la República desde dentro

A su alrededor, un grupo de personajes llenos de vida se suma a la causa: Mercedes, siempre con su fusil al hombro; la Pecosa, rabiosa y apenas una niña; Amparito, Prudencia, y otras que encuentran en la trastienda un refugio para conspirar. Porque esta historia no nos habla solo de las mujeres que defendían Madrid de los sublevados. También nos habla de las quintacolumnistas. Aquellas que dinamitaron la República desde dentro.

En el centro de esta historia de luchas y secretos está Visitación, la hija de Tomasa y Félix. Mientras sus padres arriesgan todo, ella sueña con un futuro donde la guerra no sea más que un mal recuerdo. Quiere ser artista, brillar cuando la paz regrese. Pero, ¿es posible soñar entre los escombros?

El peso de las preguntas prohibidas

Dos décadas más tarde, la acción se traslada al Madrid de los años 60. Claudia, una joven inquieta, empieza a preguntarse por un pasado que parece envuelto en silencio. Las dos mujeres que la han criado se niegan a hablar de ello, pero una pista fortuita la lleva a desenterrar una verdad que conecta las huellas de la guerra con el presente de una dictadura implacable. Este viaje, tan emocional como físico, revela cómo las decisiones tomadas durante el conflicto dejaron cicatrices que marcarán a generaciones.

Fermina Cañaveras mantiene su enfoque en las vidas que fueron invisibilizadas, borradas

Fermina Cañaveras demuestra una vez más su talento para iluminar zonas oscuras de la historia. Conocida por su obra anterior, El barracón de las mujeres, donde exploró su papel en contextos extremos, aquí mantiene su enfoque en las vidas invisibilizadas, borradas, y las rescata utilizando una narrativa que se siente siempre cercana, siempre palpitante.

Un himno para las invisibles

La novela no solo aborda el papel de las mujeres en la resistencia antifranquista, sino también su lucha posterior en los años de la represión. Las vejaciones, la "reeducación", el intento constante de borrar sus aportaciones... Todo está aquí, narrado con una mezcla de novela histórica y empatía que golpea al lector donde más duele.

Pero, lejos de ser un ejercicio de simple denuncia, El baile de las que sobran también celebra la resiliencia, la sororidad y la capacidad de las mujeres para construir futuros incluso en las circunstancias más adversas.

La elección del título, inspirado en la icónica canción de Los Prisioneros, no es casual. La novela resuena como un himno para quienes fueron relegadas, para las que parecían sobrar pero nunca dejaron de luchar. Y es que, como la propia Cañaveras ha comentado en varias ocasiones, uno de sus objetivos principales al escribir esta obra era rescatar las voces de quienes el relato oficial intentó borrar.

La memoria no es solo un acto de justicia, sino también de supervivencia

La estructura narrativa, que alterna entre dos tiempos, nos permite conectar los hilos de dos épocas marcadas por el miedo y la opresión. Pero también por la esperanza. En este ir y venir temporal, Cañaveras construye una trama que atrapa sin remedio, logrando un equilibrio entre el drama histórico y las vidas íntimas de sus protagonistas.

Al cerrar el libro, queda una sensación de melancolía, pero también de admiración. El baile de las que sobran es un recordatorio poderoso de que la memoria no es solo un acto de justicia, sino también de supervivencia. En estas páginas, Fermina Cañaveras ha conseguido algo a tener en cuenta: devolverle a las invisibles su lugar en la historia, con toda la dignidad y el brillo que siempre merecieron.

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