Hijo de un estafador, Le Carré se inspiró en su experiencia como espía para crear algunas de las mejores novelas de intriga del siglo XX. Por ejemplo, 'El espía que surgió del frío". Richard Burton protagonizó esta adaptación cinematográfica de su tercer libro, el que en 1963 lo consagró como referente en la literatura de espionaje.
Un mundo que David John Corweel, su nombre real, conocía muy bien. Pasó casi una década en el servicio de espionaje británico y otros tantos años en su escisión internacional hasta que la revelación de su identidad le obligó a abandonar la profesión.
De espía a superventas
Entonces se vuelca en la literatura y sus novelas no tardan en llegar a la gran pantalla. En 1990 se estrena 'La casa Rusia', protagonizada por Sean Conney y Michelle Pheiffer, y más de una década después, 'El jardinero fiel.
Una historia entorno a los ensayos farmacéuticos con la qué Rachel Weisz ganó su único Premio Oscar. La música era de un español: de Alberto Iglesias, compositor que volvió a trabajar en una de las obras adaptaciones de Le Carré en 2001. Fue en 'El topo'.
Alejado de los medios
Le Carré siempre defendió el papel del espía. También aquí en España en una visita en 1993 donde reconoció que no le gustaban ni los premios ni las entrevistas.
Pasó años sin conceder una. En su última etapa, sin embargo, no dudó en dar su opinión a quién le preguntaba. Se posicionó contra a Trump y al Brexit: "Es la mayor idiotez y catástrofe que ha perpetrado el Reino Unido", llegó a decir este autor para el que el único modo de decir la verdad era a través de la ficción.