El mejor momento profesional de Beatriz Serrano coincide con el peor de la tierra en la que se crio, Alfafar.

Confiesa la finalista del Premio Planeta 2024 que está viviendo el premio "con mucha alegría, pero pasando muchas noches sin dormir porque está muy preocupada".

Valencia, 1993

Es en esa Valencia de los años 90 donde transcurre Fuego en la garganta, su segunda novela tras el éxito de El descontento, una de las grandes sorpresas literarias de 2023.

Ese "fuego en la garganta" es con el que crece la protagonista de su historia, Blanca, una niña que una mañana de 1993 recibe la noticia de que su madre "se ha ido de viaje" (guiño, guiño).

Las salidas nocturnas, los chicos y la llegada de internet y el mítico Messenger serán los puntos fuertes de una personalidad marcada por una pregunta: qué pasó con su madre, una mujer que no era como las otras madres.

La autora, abiertamente feminista, nos habla da presión que sentían las mujeres de los 90, una época en la que ya alcanzaban cuotas de poder hasta ahora inaccesibles, pero a la que todavía se les exigía seguir siendo "las esposas perfectas y las madres perfectas, una olla a presión para ellas, que no sabían por dónde tirar".

Y esa búsqueda de la identidad y de un lugar en el mundo con la familia elegida el argumento de esta historia.

El mundo tras la II Guerra Mundial

Durante un año será quien acompañe a Paloma Sánchez-Garnica. Ella conoce bien estos premios, si en 2021 quedó finalista con Últimos días en Berlín, ahora lo acaba de ganar con Victoria, una historia sobre las consecuencias para las personas normales de Guerra Fría y el auge del fascismo en EE. UU.

"Me di cuenta de que también, al otro lado del Atlántico, en un país considerado demócrata, que se consideraba la cuna de la libertad y de los derechos, se estaban atenazando los derechos civiles de ciudadanos por su raza y su ideología", cuenta la autora.

Habla del Ku Klux Klan y del macartismo, aquella persecución, que tomó el nombre del senador Joseph MacCarthy, de todo aquel a quien se considerara un enemigo de los Estados Unidos. Una auténtica caza de brujas, como retrató el dramaturgo Arthur Miller en su obra de teatro Las brujas de Salem.

A Paloma Sánchez-Garnica le llega este reconocimiento después de años de trabajo en los que incluso pensó en rendirse, pero ella, como las protagonistas de la novela de Beatriz Serrano, también buscó su lugar en el mundo a través de la escritura, y fue ese empeño el que mantuvo siempre viva su ilusión.