Comprar y leer un libro a principios del siglo XX era un lujo. Por eso la apertura de la Casa del Libro en la Gran Vía de Madrid fue una auténtica revolución que recordamos realizando un viaje al pasado. ¡Bienvenidos a 1923!
"En aquella época, más de un 50% de los españoles no sabía leer. Y en ese momento las librerías eran pequeñas y tenían pocos títulos", explica Javier Arrevola Velasco, director general de Casa del Libro. Por eso, las imágenes de los años 20 de esta librería son tan rompedoras.
Los lectores se acercaban y tocaban por primera vez los libros. "Se colocaban en mesas sin que un librero estuviera detrás de un mostrador, con lo cual, digamos que el lector podía llegar, coger el libro, ojearlo, tocarlo, sentirlo...", cuenta Velasco.
"Era una librería gigante, uno de los muchos conceptos nuevos que traía la Gran Vía"
En aquellos años, Casa del Libro nació y creció en una Gran Vía en construcción. Alberto Tellería, vocal técnico de Madrid Ciudadanía y Patrimonio, recuerda que "era uno de los muchos conceptos nuevos que traía la Gran Vía. Una librería gigante que nunca había habido en la capital. Eran los nuevos conceptos que se estaban viviendo aquí: había bares automáticos, los cines eran los más modernos...".
Durante la Guerra Civil y con Madrid convertida en una trinchera, la Casa del Libro resistió. "En la época de la dictadura (esta librería) malvivió durante los primeros años y desaparecieron casi la mitad de los títulos", recuerda Javier Arrevola Velasco.
"Durante la dictadura desaparecieron casi la mitad de los títulos"
La censura la asfixió hasta los años 60, cuando volvió a renacer. Y ahora, 100 años y muchos libros después, seguimos acudiendo a Casa del Libro.