Sin ser uno de los directores más taquilleros, a todos nos suena el nombre de Quentin Tarantino. "Tarantino sobrepasa el personaje, está en nuestro arraigo cultural", asegura Juan M. Corral, autor de 'Quentin Tarantino: cineasta desencadenado' (Dolmen editorial, 2019).
Un estilo único
Tarantino es sinónimo de zooms, planos cortos, pies, muchos pies... y sangre. Demasiada, dirán algunos. Pero esto sólo es la superficie. "Lo más característico es su uso del tiempo", dice el periodista Toni Garcia Ramon. "Es un tío que te puede meter 40 minutos de diálogo en una taberna, en 'Malditos Bastardos', y te los comes con patatas".
Y esos diálogos los envuelve con un estilo único, tarantiniano, basado principalmente en ver mucho cine.
"Tarantino es un obseso, un fanático, una rata de videoclub"
Sabía tanto, que con 22 años empezó a trabajar en un videoclub de California. "En ese momento solo vive con su madre porque el padre los abandona, entonces se tiene que poner a trabajar y lo hace en un videoclub", cuenta Corral. "Es un obseso, un fanático, una rata de videoclub", dice Garcia Ramon. "No creo que haya una película que Quentin Tarantino no haya visto".
No es de extrañar que en su propias películas llegue calcar planos de otras. "Secuencias muy famosas del cine las ha masticado y las ha escupido con su propio estilo". "Es un constante homenaje al cine que le ha motivado desde que era un chaval".
Primera novela... ¿y adiós al cine?
Dice Tarantino que cuando haga diez películas dejará el cine, y lleva nueve. Garcia Ramon no se lo cree. "Yo creo que va a estar retirándose como Gianluigi Buffon o como Michael Jordan. Se va a retirar 17 veces".
Sea como sea, ya ha comenzado con su otra gran pasión, la escritura. Y de su última película, 'Érase una vez en Hollywood',ha nacido su primera novela.