1936, plena guerra civil. Los sublevados asedian Madrid. Y mientras en el frente no cesan las batallas, varios hombres se emplean en otra lucha: salvar los tesoros del Prado.
Lo destaca Javier Alandes, autor de 'Los guardianes del Prado': "A veces el arte es lo que queda atrás, es el gran olvidado. Es patrimonio de la humanidad y salvarlo hace que generaciones futuras puedan disfrutarlo".
"El arte es lo que queda atrás, es el gran olvidado"
Esa es la misión de los protagonistas de su novela, trasladar desde el museo hasta Valencia 361 obras maestras como Las Meninas de Velázquez o el autorretrato de Alberto Durero.
Valencia, refugio del arte
Ante la inevitable caída de Madrid, el gobierno republicano no podía permitirse abandonar su labor institucional. Eligen Valencia como destino de la administración y también como el nuevo hogar de este legado nacional. "Deciden que sea Valencia, por un lado por la lejanía de la guerra, y por otro, por la cantidad de edificios históricos y amplios que tiene para acoger todas esas sedes y todos esos ministerios", explica Alandes.
Para lograrlo fueron cientos los que arriesgaron sus vidas. En esta novela se les intenta honrar imaginando cómo vivieron esos momentos decisivos.
"La parte de ficción no puede cambiar la historia"
Para ello, el escritor, se sirve de personajes reales y ficticios, eventos documentados y otros basados en sus propias conjeturas de lo que pudo haber ocurrido. Aunque recalca que "la parte de ficción no puede cambiar la historia. La historia es la que es y ocurrió como es".
El misterio del Vita
A pesar del esfuerzo, no se logró conservar el total del patrimonio cultural. A día de hoy no se sabe qué pasó durante ese periodo con la colección numismática del museo arqueológico de la capital. Fue trasladada hasta Marsella, Francia, y desde ahí pretendían enviarlas a México a bordo de un barco llamado Vita. Sin embargo, nunca llegaron a su destino.
Algunos investigadores señalan que el dirigente socialista y exministro Indalecio Prieto podría haber vendido buena parte de estas piezas de valor incalculable, pero no existen pruebas de que se produjera así. Su desaparición sigue siendo un misterio.
"Monedas romanas, visigodas, griegas, precolombinas. Constituían una de las mayores colecciones de monedas del mundo", cuenta Javier Alandes. Su desaparición y el rescate del resto de las obras son parte de la historia que vertebra 'Los guardianes del Prado'.
La historia de Blanca Chacel
'Los guardianes del Prado' no es la única novela que retrata la historia de aquellos héroes y heroínas que lucharon por la cultura durante la guerra civil.
En 'La biblioteca de fuego', la escritora María Zaragoza reivindica el papel de mujeres como Blanca Chacel, que arriesgó su vida para proteger el archivo bibliográfico de la Biblioteca Nacional. Nos lo cuenta la propia autora en el siguiente vídeo.