El doblaje en los audiolibros o el arte de que Russell Crowe o Leonor Watling le pongan voz a tu próxima novela
El audiolibro ha duplicado sus ventas en el último año. Voces conocidas, novela negra y no ficción son los grandes reclamos de una industria, la del entretenimiento sonoro, que más que alternativa se muestra como complemento al libro tradicional.
Leer con los oídos. Eso es un audiolibro. Cambiar letras escritas por palabras escuchadas. Aunque al final, el resultado es el mismo, alimentarnos de historias. Porque, como dice una de las voces más respetadas del mundo editorial, Elena Ramírez, editora de Seix Barral, "El audio ofrece una lectura inmersiva un poco parecida, sobre todo si escuchas con auriculares, a cuando nos narraban historias cuando éramos pequeños".
Caras como reclamo
El reclamo es la voz. Desde locutores profesionales, voces que conocemos muy bien del cine y las series y que ahora podemos escuchar en la plataforma Audible, como Ramón Langa (Bruce Willis, Kevin Costner) o Jordi Boixaderas (Russell Crowe, Daniel Craig), a actores y actrices reconocidos como Michelle Jenner, Leonor Watling o José Coronado.
Joan Carreras es actor de doblaje profesional y en estos momentos se encuentra leyendo 'No te veré morir', novela de Antonio Muñoz Molina para Planeta Audio. Para él, el audiolibro "Tiene algo de acompañamiento, tiene algo de terapéutico. Es alguien que te está contando un cuento más o menos agradable".
Jordi Boixaderas, voz de Russell Crowe o Ramón Langa (Bruce Willis) han leído audiolibros
Cada vez son más las personas que escuchan audiolibros. En los últimos 5 años su número de usuarios ha aumentado por encima del doble. Y, como era de esperar, son los jóvenes los más receptivos. De entre toda la población, las personas de 14 a 45 años son los que más escuchan audiolibros, pero... ¿cuáles son los géneros que triunfan?
"Si el texto requiere más concentración es mejor buscar un espacio adecuado para hacerlo"
En general, los que resultan más sencillos de leer. La novela negra y los títulos de no ficción divulgativa. En cuanto a dónde hacerlo, ahí no hay límites, porque el audiolibro es compatible con actividades tan diferentes como conducir, hacer deporte o cocinar. "Yo conozco mucha gente que escucha los audiolibros mientras hace las tareas de la casa", asegura Elena Ramírez. "También depende del texto. Si es un texto más afinado que requiere más concentración busco un espacio adecuado para poder hacerlo".
Ahora bien, si son lectores de toda la vida de esos que se asustan ante posibles cambios de paradigma, no teman al audiolibro. Es una opción más. No un sustituto.