Hace unos años, sin conocerse de nada, les unió una misma pasión: la literatura, los libros.

El punto de encuentro: una escuela de escritores. "Escribir siempre ha sido algo importante a lo que yo creo que no había dado suficiente importancia", cuenta Susana Lobo, autora de La oscuridad podría. Su compañero Óscar Cerezo, autor de Nuca, recuerda la sensación de extrañeza que le abordó los primeros días. "Vienes con un concepto como de soledad, de que eres raro, incluso 'el especial", comenta. "Pero llegas y te juntas con gente igual que tú, que habla el mismo idioma, que tiene las mismas inquietudes".

"Los que buscas es profesionalizar el oficio de escribir, que muchas veces no se considera como tal"

Un espacio seguro donde, desde la técnica, cimentar y dar forma a las ideas. "Lo que buscas en un lugar como este es profesionalizar el oficio de escribir, que muchas veces no se considera como tal", asegura Fran López Galán, autor, también, de su primera novela: También fuimos silencio."A nivel personal, la escuela fue una guía para encontrar mi propia voz a la hora de escribir", añade Lara Coto, autora de Materna.

Para alcanzar la meta es fundamental el apoyo de los profesores, como Mariana Torres, también escritora. "Para mí, el mejor deseo que puedo tener es que los alumnos escriban mejor de lo que yo podría haber hecho nunca". Y tras años de trabajo y disciplina y, con suerte, con el apoyo de una editorial, nacen los libros.

Primera novelas, primeras firmas

Una travesía, una aventura, que, a partir de ese momento, va más allá de quien escribe. "Ese viaje que empezó hace muchos años escribiendo y termina aquí", nos cuenta Fran López Galán, emocionado, ya en la Feria del Libro de Madrid. "Es como el barco que llega al puerto y puedes conectar con los lectores".

Tanto él como sus compañeros han firmado libros durante esta edición, donde han tenido la posibilidad de encontrarse con sus primeros lectores. "Puedes ver qué efecto ha tenido lo que has escrito, puedes conectar con gente que está viviendo tu historia desde otro lugar totalmente diferente al tuyo", dice Lara Coto.

"Aquí empieza otra vida para el libro", señala la profesora de todos ellos. Y también es un sueño compartido por quienes, antes de escritores, han sido lectores. "Verte aquí es como un sueño cumplido, y la experiencia es muy gratificante", cuenta Óscar Cerezo. "No sé si esto ha sido un final del viaje", plantea Susana Lobo. "Espero que haya sido un principio".

El principio de todas esas historias que alguna vez fueron tan sólo una idea.