¿Qué desencadenó la caída del Imperio Romano? Esa es la pregunta que se plantea el profesor de Historia Clásica Kyle Harper en 'El fatal destino de Roma' (Crítica, 2017). Asegura que fueron determinantes las variaciones del clima y las enfermedades.
Para el escritor Santiago Posteguillo, que ha estudiado a fondo la historia de la Antigua Roma, la peste antonina fue una de las más graves. Se estima que se pudo propagar durante 15 años y acabó con la vida de dos emperadores. "La peste antonina, de época de Marco Aurelio, se llevó por delante a aproximadamente un millón de personas de un Imperio romano de una población de unos 65 millones", cuenta Posteguillo.
El médico que se enfrentó a la pandemia
Hoy sabemos que aquella peste fue una pandemia de viruela gracias a los escritos del médico que se enfrentó a ella: Galeno. "Nos describe esas horribles pústulas que aparecían en el rostro y en todas las partes de la piel, que son muy propias de la viruela. Lo que él tenía claro es que lo que había que hacer de inmediato era separar a los infectados de los no infectados".
Posteguillo se sirve precisamente de Galeno para narrar sus dos últimas novelas sobre la emperatriz Julia Domna. "Galeno se hace famoso porque era el médico del colegio de gladiadores de Pérgamo, en Asia, y conseguía tener la ratio más elevada de gladiadores supervivientes a heridas".
Se convirtió en uno de los grandes médicos del mundo antiguo y algunos de sus consejos han perdurado en el tiempo. "Ahora tenemos esta atención de lavarnos las manos, que es tan importante... pues fue él quién se dio cuenta. Galeno se dio cuenta de que había que tener esa higiene".
Consejos que, dos mil años después, siguen siendo imprescindibles.