Belfast, Irlanda del Norte. Diciembre de 1972. Son los años más sangrientos del IRA. Y entre los atentados, las persecuciones y el miedo, una mujer desaparece de casa dejando solos a sus diez hijos.
Sobre las siete de la tarde, un grupo de encapuchados armados entra en casa de Jean McConville y ante la mirada horrorizada de sus hijos, se la llevan. Ningún vecino les ayuda. Nadie quiere arriesgarse a ser secuestrado.
Historia de un crimen
Cuatro años de investigación, de cartas, documentos desclasificados, informes forenses y entrevistas a más de cien personas, plasmados en 'No digas nada', (Reservoir Books, 2019), el libro que cuenta la historia de Jean, la mujer que se llevó el IRA.
El IRA sospechaba de aquella católica convertida, casada con un antiguo soldado británico que había muerto unos meses antes. Estallaban coches, ardían edificios y tronaban las bombas. Creían que Jean era espía del ejército británico. Por eso entraron en su casa, la metieron en una furgoneta y nunca más se supo de ella.
Durante 27 años los terroristas sostuvieron que no tuvieron nada que ver con su asesinato hasta que confesaron. Gerry Adams, exdirigente del IRA y detenido en 2014 por el asesinato de Jean, sigue negando los hechos.
Décadas de silencio
Helen, una de las niñas, con 15 años, se hizo cargo entonces de todos sus hermanos, a los que los servicios sociales separaron e internaron en varios orfanatos, donde sufrieron abusos y terminaron en las drogas. Desde hace 25 años, Helen lidera una campaña para recuperar los cuerpos de las víctimas que se llevó el IRA. Pero de entre todo el horror, apareció algo de luz.
En 2003, un temporal descubrió accidentalmente los restos mortales de una persona en la playa. Los encontraron unos paseantes. Tenía varios dedos amputados y un tiro en la nuca. Era Jean McConville.
El resto de esta historia, en las páginas de este libro. Una historia real y aún peligrosa, de aquella mujer a la que el terrorismo borró de la Tierra... pero no de la historia.