Cuando uno bucea en el NO-DO encuentra fácilmente vídeos de aquellas famosas inauguraciones de pantanos por parte de Francisco Franco. En ellos se ensalza la figura del Caudillo y su esfuerzo por solucionar la escasez de agua mientras se ven imágenes de pueblos enteros recibiéndole con pancartas, vítores y trajes regionales.
Jairo Marcos: "Hubo unas tierras de sacrificio, unas personas de sacrificio, siempre las mismas"
Lo que vemos es la fiesta. Lo que no, lo que se esconde entre metros cúbicos de agua, son las lágrimas de aquellos que fueron obligados a sacrificarse por el bien común. Son la cara B de aquellos 'pueblos milagro' creados de la nada durante la dictadura.
Como recuerda la periodista Mª Ángeles Fernández, "no es que te echaran de tu casa, es que te echaban de tu territorio, de tu vínculo e incluso se esparcían familias que no volvían a verse".
Ella es la autora, junto al también periodista Jairo Marcos, de Memorias ahogadas, un excelente trabajo de investigación publicado por la editorial Pepitas de calabaza que recupera aquellas historias de exiliados forzosos en las que nunca reparamos.
Es precisamente Jairo Marcos quien introduce el concepto de "colonialismo interior" para referirse a esta empresa que se acometió ya en la II República gracias a "unas tierras de sacrificio, unas personas de sacrificio, siempre las mismas", dice, "en beneficio siempre de los mismos territorios: las grandes ciudades".
Qué historias susurra este agua
Solo cuando baja el caudal hoy recordamos que ahí, bajo esos pantanos, había un pueblo, y en cada pueblo vidas como la de Amparo, la hija de un falangista que vivía en la tierra que ahogó el embalse del Ebro. Ella se enamoró de uno de los presos republicanos que construían el pantano, con la oposición de la familia. A Amparo, con quien hablaron en Burgos, el embalse le trajo su amor pero, a cambio, perdió su hogar y el enfrentamiento con su familia.
Mª Ángeles Fernández: "Lo que somos hoy viene por el sacrificio de unas personas"
La suya es una de estas memorias ahogadas que este libro saca a flote. Una lectura necesaria para, al menos, entender lo que otros hicieron por nosotros. Como dice Mª Ángeles Fernández, "lo que somos hoy viene por el sacrificio de unas personas o por unos impactos económicos, políticos, patrimoniales, sociales, humanos o incluso ecosistémicos, porque muchos ríos han dejado de ser ríos.
Y ahora, gracias a su trabajo, este sacrificio no caerá en el olvido.