Leche y los lácteos
¿Es bueno para la salud tomar leche sin lactosa si no tienes intolerancia? La respuesta clave de una nutricionista
"No tiene sentido que no se tome lactosa, porque si dejamos de tomarla, nos volveremos intolerantes", afirma Natalia Moragues, farmacéutica, dietista-nutricionista, quien nos ofrece toda las claves de esta enfermedad.
La intolerancia a la lactosa es una enfermedad de elevada prevalencia pero de la que se tienen pocos datos reales. De hecho, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) llevaron a cabo, en 2015, una encuesta nacional entre estos profesionales y destacaron que "entre un 30 y un 50% de la población española padece intolerancia a la lactosa".
Es importante destacar que la intolerancia a la lactosa y la alergia a las proteínas de leche de vaca son dos trastornos distintos, aunque a veces suele confundirse.
Según explican desde la Federación Española del Aparato Digestivo (FEAD), la lactosa es el principal azúcar de la leche y derivados lácteos, ya sea de la leche de vaca como de otros animales y en ocasiones, esta no se observe del todo bien.
"La malabsorción de lactosa es lo que provoca la aparición de síntomas que se conocen como intolerancia a la lactosa", explican desde esta entidad.
No obstante, si al tomar leche y derivados lácteos, vemos que estos alimentos no nos sientan demasiado bien, es aconsejable realizarnos las pruebas pertinentes para saber si tenemos o no una intolerancia a la lactosa, ya que existen diferentes grados de intolerancia y por ende, diferentes síntomas.
Los síntomas más comunes de intolerancia a la lactosa son:
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Flatulencia
- Dorborigmos
Hay personas que no pueden tomar nada de lactosa y otras personas que sí pueden tomar más o menos cantidad. "Hay quienes ni siquiera pueden tolerar trazas, por lo que deben observar muy bien las características de un producto al comprarlo, y otras que por ejemplo, solo toleran un café con leche por la mañana pero no más, o quienes sí toleran los productos fermentados pero no la leche. Todo depende por tanto, del grado de intolerancia", explica a laSexta Natalia Moragues, farmacéutica, dietista-nutricionista y CEO del centro de Medicina y Nutrición, Alvida.
Si no somos intolerantes, ¿podemos tomar leche sin lactosa?
Hay personas que optan por dejar de tomar lactosa porque creen que les puede "sentar mejor", sin embargo y según los nutricionistas, esto no tendría ningún sentido. "No tiene sentido que dejemos de tomar lactosa si no somos intolerantes a ella, porque si dejamos de tomarla, nos volveremos intolerantes", afirma Moragues.
El motivo es, explica la experta, "porque la enzima (la lactosa) la producimos en función de la demanda y de las necesidades que tengamos. Si no notamos lactosa, dejaremos de producir esa enzima digestiva (la lactosa). Lo recomendable por tanto, es que solo la eviten aquellas personas que son intolerantes a la lactosa, en función como hemos dicho anteriormente, de su intolerancia"
Igualmente, el nutricionista Pablo Ojeda explicaba en Más Vale Tarde que dejar de consumir tanto gluten como lactosa, si no somos intolerantes a ninguno, podría "crear intolerancias que antes no existían".
No obstante, hay personas que aseguran que toman leche sin lactosa o que no toman quesos de un tipo determinado porque dicen que les sienta mejor. Pero, según Moragues, si dicen eso, si dicen sentirse mejor por tomar leche sin lactosa, es porque seguramente, sí tengan algún grado de intolerancia a la lactosa, pero no lo saben. "Si no, no tendría sentido", sostiene la experta.
Por ello, en estos casos, sería recomendable realizarse las pruebas necesarias para ver si eres intolerante o no. No obstante, Moragues aconseja a aquellas personas que dicen que les sienta mejor la leche sin lactosa (sin saber si tienen o no una intolerancia) que prueben por ejemplo, cómo les sienta los lácteos fermentados, porque si éstos te sientan bien, no debemos quitar del todo la lactosa y seguir consumiendo cantidades que sí se toleren bien.
Otra caso diferente sería que por ejemplo, hay un miembro de la familia que es intolerante a la lactosa y se compra siempre leche sin lactosa. "Si luego se consumen otros lácteos y se consume en otras ocasiones, leche con lactosa, no habría problema, pero si todo es siempre sin lactosa, sí podemos tener un problema y acabar desarrollando a la larga una intolerancia a lactosa", concluye la experta.