El verano, el calor y también la comodidad invitan a comprar la fruta fresca que ofrecen los vendedores ambulantes en las playas, pero ¿es seguro consumirlas así?

Los expertos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) -adscrito orgánicamente al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030- aseguran a EFE, en primer lugar, que las ordenanzas municipales son las que recogen en cada caso los alimentos que pueden ser objeto de venta ambulante y que hay algunas zonas de playa donde está prohibida y en otras sólo se permite para bebidas envasadas y frutos secos o similares.

En las zonas en las que está permitida la venta de alimentos, aseguran desde la AESAN, los vendedores tienen que cumplir las normas al respecto, la española y la comunitaria, que regulan la obligación de mantenerlos a una temperatura adecuada y cumplir con unos requisitos de higiene en su manipulación; unos requisitos determinantes porque si los alimentos no se manipulan de manera higiénica pueden contaminarse con bacterias patógenas como Salmonella, Listeria y Escherichia coli.

Si además las temperaturas de refrigeración o mantenimiento en caliente no se respetan, las bacterias presentes en el alimento pueden multiplicarse hasta alcanzar niveles peligrosos para las personas consumidoras.

Las frutas son muy sanas y seguras, pero no están exentas de riesgos. Por ejemplo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) constató en 2014 que la bacteria Salmonella podía crecer rápidamente en el melón cortado conservado a temperatura ambiente, sin deterioro aparente de su aspecto.

Cuándo es seguro consumir fruta o 'pescaíto' en la playa

Los vendedores que ofrezcan a los bañistas a consumir frutas cortadas o peladas o zumos no pasteurizados listos para su consumo deben haberlos preparado higiénicamente y haberlos mantenido en todo momento a una temperatura igual o inferior a 4 º, según los técnicos de la Aesan.

  • Si se trata de productos de la pesca frescos, como los que se venden en algunas playas de Cádiz, tienen que mantenerse a una temperatura próxima a la de fusión del hielo.
  • Si se emplea hielo para su conservación, éste debe estar bien repartido, en suficiente cantidad y se tiene que ir añadiendo a medida que se funde, y siempre evitando mantener el pescado en contacto con el agua que resulte de la fusión del hielo.
  • Alimentos como productos lácteos o embutidos deben mantenerse a las temperaturas que indica el fabricante en el etiquetado.

Cuándo consumir comidas preparadas en la playa

Si se trata de productos de la pesca cocinados, el vendedor deberá mantenerlo en caliente a una temperatura superior o igual a los 63 grados o en refrigeración a una temperatura igual o inferior a 4 °C.

Esas con las condiciones que deben presentar también las comidas preparadas como las hamburguesas, arroces o ensaladas. Tienen que elaborarse con la menor antelación posible a su consumo, se deben servir cuanto antes, a menos que se refrigeren, congelen o se mantengan a una temperatura superior o igual a los 63º.

Por último, si son refrigeradas se tienen que mantener a una temperatura igual o inferior a 4 grados si su vida útil es superior a las veinticuatro horas o a 8 grados si es inferior a ese tiempo.