Día Mundial del Ictus
Cómo activar el Código Ictus para tratar lo antes posible esta enfermedad tiempo-dependiente
Cada año, se producen en España 120.000 casos de esta enfermedad cerebrovascular que supone la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda global. Es una enfermedad tiempo-dependiente en el que cada minuto cuenta.
Cada año, se producen 120.000 ictus en España. Esta enfermedad cerebrovascular supone la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda global, además es la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. En este enfermedad, cada minuto, cuenta, porque es una enfermedad tiempo-dependiente. Por lo que es importante conocer los signos y síntomas que podrían estar detrás de esta enfermedad para así, actuar cuanto antes.
Cada minuto que pasa entre que sucede el ictus y se trata, la persona va perdiendo un número de neuronas que pueden ser luego básicas y cruciales para la recuperación de los pacientes. Ese tiempo puede ser la diferencia entre un estado funcional de independencia tras el tratamiento o no.
Según explicaba a laSexta.com la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), los síntomas del ictus más comunes y por lo que debemos estar alerta son: dejar de hablar o dejar de hablar con coherencia; dejar de mover un brazo o una pierna; tener alguna deformidad facial producida por una parálisis facial; mareo y desequilibrio y fuerte dolor de cabeza repentino.
Ante estos síntomas, explican desde esta sociedad científica, debemos llamar por teléfono a los servicios de emergencias y no acudir al hospital. Esto es fundamental: es importante llamar por teléfono a urgencias pero no ir por nuestra cuenta a urgencias. "Todas las comunidades autónomas tienen un sistema de derivación llamado Código Ictus, que derivará a un centro especializado con Unidad de Ictus", añaden desde la SERAM.
Por su parte y tal como exponen desde la Fundación Freno al Ictus, el 'Código ictus' es el procedimiento de actuación sanitaria prehospitalaria basado en el reconocimiento precoz de los signos y síntomas de un ictus para la priorización de cuidados y traslado inmediato por parte de los Servicios de Urgencia (112) a un hospital preparado con Unidad de Ictus.
Tanto es así que, tal como detallan en su página web, "el 80% de los ictus que entran a través de este procedimiento (código ictus) no presentan secuelas o las secuelas son moderadas, por eso es fundamental activar el protocolo código ictus a través de los servicios de emergencia. Esto es, "hay que llamar al 112 ante cualquier sospecha, al hospital no se va, al hospital te llevan y te llevan los servicios de emergencia", afirman desde esta entidad.
Algunos consejos que se ofrecen desde esta fundación, mientras llega la ambulancia y se activa el código ictus, que puedes hacer mucho para ayudar al paciente, son los siguientes: coloca la cabeza y los hombros un poco elevados; anota la hora de inicio de los síntomas; no le des de comer ni de beber, podría atragantarse; no dejes solo al paciente; no le des ningún medicamento y por último, si estás sólo deja abierta la puerta para que puedan entrar los servicios de emergencia.
¿Qué pasa una vez se activa el Código Ictus?
"Cuando se activa el Código Ictus por la sospecha de un accidente cerebrovascular agudo, y una vez que el paciente ha sido valorado en el hospital por neurología, en ese momento crítico y en primera instancia se le realiza una TC multimodal craneal por parte de los neurorradiólogos", explica el Dr. José Luis Díaz Valiño, neurorradiólogo de la SERAM y miembro de la Sociedad del Grupo Español de Neurorradiología Intervencionista (GENI).
Además, puntualiza que "se trata de tres modalidades de adquisición de imágenes con las que descartamos otras causas distintas del infarto isquémico, se detecta el tejido cerebral irreversiblemente perdido, el que es viable y se puede rescatar, junto a la localización de la arteria cerebral trombosada".
Una vez expuestos los hallazgos radiológicos y las consideraciones clínicas del neurólogo, se consensuan conjuntamente las indicaciones del tratamiento endovascular (la trombectomía mecánica) que efectuará el neurorradiólogo para recanalizar la circulación cerebral con el objeto de minimizar el daño que ocasiona la falta de riego.
"Una vez tomada la decisión, en el menor tiempo posible estarán personados en la sala de neuroangiografía personal de anestesia y enfermería para ayudarnos en el cateterismo de las arterias cerebrales y efectuar la extracción del trombo aspirándolo, capturándolo con una malla (stent) o bien con una combinación de esas dos técnicas", añade el doctor.
En muchas ocasiones, añade, "la recuperación del paciente es inmediata y la apreciamos en el propio quirófano, pero lo más habitual es que la mejoría la veamos pasadas unas horas, o incluso días, durante su estancia en la Unidad de Ictus. También hay veces en que a pesar de que podamos extraer el trombo con éxito, el paciente no mejora debido a que el cerebro no ha soportado el tiempo que ha estado sin recibir sangre".
Por último, y cuanto a la recuperación del paciente, será fundamental realizar una rehabilitación neurológica temprana e intensiva ya que, según explica la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física, será crucial para mitigar la dependencia funcional en un 20%. Entre las principales secuelas se encuentran fundamentalmente, la pérdida de función motora, que afecta al 50-85% de los pacientes, los trastornos del habla, las disfunciones cognitivas, la espasticidad y la debilidad muscular.
No obstante, la buena noticia, tal como exponen desde esta sociedad científica, es que además si las terapias rehabilitadoras se aplican con la intensidad y la duración adecuadas, se puede mejorar significativamente la recuperación funcional, reduciendo el riesgo de complicaciones a largo plazo, como el deterioro cognitivo y la depresión".