Actrices como Penélope Cruz o Úrsula Corberó han abierto de nuevo el melón de la amaxofobia o lo que es lo mismo, el miedo o la fobia a conducir. Un temor que padece entre un 28% y un 33% de los conductores/as en España y que limita, según el grado de ansiedad que genere a cada persona, la calidad de vida de quienes lo sufren, ya que no pueden coger un coche para desplazarse perdiendo así, parte de su autonomía.
Muchas personas por ejemplo, se sacan el carnet de conducir, conducen un tiempo y después, por equis motivos, dejan de hacerlo. Bien porque no lo necesitan o porque prefieren ir en transporte público. Después de ese tiempo sin conducir, puede que generen un cierto miedo, incluso una fobia a conducir que les impide volver a coger un vehículo. Seguro que conocemos a más de una persona a la que le ha pasado. También, puede que hayan desarrollado ese miedo a conducir por otras causas como pueden ser episodios de estrés o experiencias traumáticas.
Así y como explica a laSexta.com la psicóloga Sonia Rojas, directora de Frenatumiedo, la amaxofobia se define como "la inquietud permanente y desproporcionada que surge sobre todo antes y durante la acción de conducir".
La amaxofobia es la inquietud permanente y desproporcionada que surge sobre todo antes y durante la acción de conducir
"Un término, amaxofobia, que acuñó la psicóloga Beatriz Dorrio en el año 2010, pero del que aún hay pocas investigaciones. Es un tema que está como muy desamparado", añade esta profesional.
La fobia o el miedo a conducir estaría englobado en el DSM-V, el manual de diagnóstico de la psicología y psiquiatría, dentro de las llamadas fobias de tipo específico y de tipo situacional. A su vez, dentro de ellas, existen de dos tipos:
- Fobia a conducir primaria: si ha surgido a la hora de sacarse el carnet, si la persona ya tenía miedo.
- Fobia a conducir secundaria: si ha surgido a raíz de una experiencia traumática, una experiencia de ansiedad.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta los criterios básicos que existen en general para diferenciar entre miedo y fobia. Estos criterios residen en la frecuencia, la intensidad y la duración de los episodios de miedo.
Según explica Rojas, la reacción que produce una fobia, en este caso a conducir, tiene que ser desproporcionada, con un grado de sufrimiento alto y duradero y tiene además que generar un grado de interferencia profundo en la vida de la persona: "Si una persona tiene una intensidad alta pero no tiene sufrimiento no estaría categorizado como una fobia".
Cómo tratar y enfrentarse a la amaxofobia o miedo a conducir
Mucha gente acude a consulta con la sensación de ser el raro o la rara por tener miedo a conducir, por tener amaxofobia. Sin embargo, de raro o rara nada. De hecho, cuando alguien acude a la consulta de Rojas lo que hace es ofrecerle y mostrarle los datos que existen de personas que tienen este miedo.
"En la actualidad, el 28% de los conductores/as expresa cierto miedo a conducir y la limitación es total en más de 1 millón de personas. Es decir, de personas que no conducir nada de nada. Por tanto, se estima que "de forma global, unos 8 millones de personas tiene algún tipo de miedo a la hora de conducir y más de un millón (1,5) tienen una limitación total", resume la experta.
Por este motivo, son muy útiles los talleres grupales para que las personas que comparten este miedo puedan hablar, compartir experiencias y no sentirse raros. "Por ejemplo, ahora que Penélope Cruz ha comentado que tiene amaxofobia o Úrsula Corberó que también confesó hace poco su miedo a conducir, les ayuda mucho. Les ayuda que se hable o se hablar libremente de esto".
En cuanto al tratamiento para la amaxofobia, lo primero de todo es ver y valorar bien el caso y después se aplicaría a la persona un tratamiento personalizado. Por un lado, la parte psicológica y por otro, la parte práctica de la conducción en sí, pero siempre insistimos, según cada caso.
A nivel psicológico, los objetivos serían principalmente, tal como expone Rojas: mejorar la percepción de la persona como conductora ya que se se suele percibir como "incapaz"; reducir la percepción de amenaza que tienen sobre las diferentes situaciones de la conducción y reducir la ansiedad anticipatoria de la conducción.
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Saber manejar la ansiedad en fundamental también en estos casos por eso se enseña a hacerlo con diferentes técnicas y sobre todo, es fundamental tener motivación para superar ese miedo a conducir: "Hay personas, pocas, pero las hay que vienen forzadas por alguien de su entorno y es importante trabajar la motivación intrínseca, que sean ellos mismos quienes quieran", concluye.