Como cualquier etapa de la vida, necesitamos saber qué nos está pasando y cómo son esos cambios que estamos experimentando. Más aún cuando somos adolescentes y vamos dejando atrás la niñez para adentrarnos en un mundo un tanto -a veces- más complicado y más adulto. No es fácil cambiar de etapa, más aún cuando nuestro cuerpo evoluciona y experimenta el que, probablemente, es uno de los cambios físicos más importantes de nuestra vida.

Así una de las etapas más importantes de nuestra etapa escolar es cuando pasamos del 'cole' al instituto o cuando damos ese salto tan importante hasta entonces, que supone este cambio de ciclo: pasar de la Educación Primaria a la Educación Secundaria. Un cambio que ahora, en la actualidad, se produce a los 11-12 años, en la preadolescencia. En cambio, en la llamada generación X o generación EGB o en la generación 'boomer', ese salto se daba a los 13-14 años, más adentrado en la adolescencia como tal.

De modo que, ahora que muchos de nuestros niños/as están a punto de comenzar esta etapa, una de las cosas más importantes que como padres/madres y familias debemos tener en cuenta es la de "no ver este momento como algo negativo sino como un momento de nuevos aprendizaje que van a ayudar a nuestros adolescentes a ir poco a poco conociéndose y a ir forjando su identidad", afirma a laSexta.com Inés Santos, profesora de Psicología en la Universidad Europea (Ue).

Por ello, lo primero que debemos tener en cuenta es entender que los niños/as están experimentando además de los cambios físicos, una serie de cambios cognitivos, familiares y sociales, cruciales para entender qué está pasando en la mente de nuestros hijos/as y así hacer el camino mucho más fácil.

Como explicaba a laSexa.com en Nunca ha sido tan difícil como hoy ser adolescente, el psicólogo educativo José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COP), "no podemos pensar que de la niñez a la adolescencia hay sólo un 'saltito' y que ya vale con lo que les hemos enseñado. No es así. Los chicos/as se enfrentan a cambios muy sustanciales".

Entender los cambios que van a experimentar

En cuanto a los cambios cognitivos, explica Santos, los chicos/as van a pasar de un pensamiento concreto a un pensamiento abstracto, "lo que significa que va a ir construyendo un ideario propio, va a ir dando forma a sus valores y metas personales porque van a ser capaces de entender ideas más complejas".

"En este sentido el cambio que se da en la ESO puede ser positivo para su desarrollo, porque la estructura de aprendizaje se vuelve más independiente. Es decir, los chicos/as pasan a tener más responsabilidades y a estar menos protegidos", matiza.

Por otro lado, a nivel familiar y simbólico, también ayuda a las familias y a los propios adolescentes, a entender que es momento de madurar. Es decir, "es un buen momento para que las familias comiencen una primera etapa que favorezca la individualización de sus hijos. Las normas que se daban antes se quedan obsoletas y ahora toca negociar algunos asuntos como la paga, los horarios de ocio, las responsabilidades en casa, etc.".

Y por último, a nivel social van a empezar a ser mucho más conscientes de la imagen que reflejan con sus iguales y de la importancia que tiene encajar con las amistades. Es frecuente que con el cambio de etapa los compañeros de clase cambien, ya sea porque se cambia de centro escolar o porque, al cambios de etapa -aunque te quedes en el mismo centro escolar- se reajustan las aulas, y esto permite que "conozcan gente nueva, adopten otros roles sociales e incluso comiencen nuevas aventuras amorosas. Todas estas experiencias son necesarias para que forjen su identidad y se enfrenten a nuevas emociones", añade Santos.

En el caso particular de que los niños/as cambien de centro -y pasen de un colegio de Primaria a un instituto como tal de Secundaria- ese cambio puede ser más acentuado que en aquellos que se queden estudiando la ESO en el mismo centro escolar.

Sin embargo, este cambio de centro, explica la psicóloga, "tiene muchos aspectos positivos, como la de conocer gente nueva, algo que les ayuda a ver otras formas de pensar, ofreciéndoles una oportunidad para desarrollar nuevos roles, al no tener predispuesta una etiqueta". Es cierto que "comenzar esta nueva etapa acompañado de viejas amistades puede disminuir la sensación de duelo al nos ser un cambio tan drástico".

5 consejos para tener una buena adaptación a Secundaria

Para comenzar con buen pie este cambio tan importante en la vida de nuestros niños/as, la profesora Santos enumera una serie de consejos que pueden servirnos de ayuda a las familias, para hacernos y hacerlos más llevadera esta etapa.

1. No pienses en esta etapa como una "crisis"

Tal como dijimos al principio, una de las cosas más importantes es evitar pensar en esta etapa como una crisis o como algo negativo. Así y tal como explica Santos, si como padres/madres entendemos de forma positiva el que discuta con nosotros las reglas que le ponemos significa que está, de fondo, desarrollando su pensamiento crítico o el que el hecho de que le dé importancia a su imagen está evidenciando su interés por encajar socialmente, será más probable que como fomentemos con nuestro hijo/a una comunicación abierta y que validemos sus emociones y sus necesidades.

"Esto nos ayudará a entenderles y poder también, como familias, adaptarnos también a este nuevo ciclo y forjar a la vez, relaciones de mayor confianza", añade Santos. Porque sin duda la confianza que los chicos/as tengan con nosotros, como adultos, será más que fundamental.

2. Habla con ellos y genera espacios de conversación

Relacionado con el anterior, otro consejos clave es el de generar espacios de comunicación de calidad, como por ejemplo ir de vez en cuando a cenar con tu hijo a solas o hacer planes diferentes con ellos. Que no nos veamos solo en casa.

"Esto va a ayudarles a construir un pensamiento crítico, donde tengan espacio de profundizar en lo que les preocupa o hablar sobre temas complejos como por ejemplo, las drogas", apunta la psicóloga.

3. Ayúdales a adquirir buenos hábitos de estudio

Otro aspecto que puede favorecer la adaptación es que durante la Primaria hayan adquirido un buen hábito de estudio. Como decíamos, recuerda Santos, "con el paso de los cursos el aprendizaje se vuelve mas complejo, y cada vez se hace más necesario 'hincar codos'".

Será positivo, por tanto, que les ayudemos a fomentar hábitos de estudio y a que encuentren cuál será su mejor fórmula para estudiar y aprender, la que sea más adecuada para cada uno, ya que no todos tienen ni tememos, las mismas tácticas o técnicas de estudio.

4. Apóyales en su socialización

Para favorecer la socialización, "es positivo apoyarles en hacer planes con los compañeros del colegio, plantear por ejemplo una tarde de cine o que duerman en casa para que fortalezcan los lazos", aconseja la profesora.

5. Acompáñales en el uso de Internet y las redes sociales

Por último, no debemos olvidarnos de la importancia de "educar y proteger en relación al uso de las redes sociales", apunta la experta. Un buen consejo es el de "dedicar, de vez en cuando, tiempo juntos para ver y hablar sobre el contenido y los diferentes perfiles, generarles preguntas abiertas sobre qué piensan de las publicaciones y ayudarles a conocer los riesgos", concluye Santos.

En este tema, Consejos para educar a los niños (sin riesgos) en el uso de Internet desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), nos detallaban cómo poder acompañar a nuestros niños/as en el uso de estas tecnologías.