Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que podemos tomar con respecto a nuestra salud, ya que el tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar enfermedades, incluida el cáncer. Sin embargo, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los beneficios de dejar los cigarrillos son casi inmediatos: por ejemplo, tan solo un año después de haberlos abandonado, el riesgo de cardiopatía es un 50% inferior al de un fumador y 10 años después, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta el 50% al de un fumador.

Así, el pasado mes de abril, el Ministerio de Sanidad aprobó el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, con el apoyo de todas las comunidades autónomas, cuyo fin además de prevenir el consumo y que los jóvenes no empiezan a fumar, es el de fomentar el abandono del tabaquismo. Pero sabemos, bien por ejemplo propio o ajeno, que dejar el tabaco muchas veces no es nada fácil. Y es que no debemos olvidar que fumar es una adicción y como tal, hay que tratarla.

Tal como explica a laSexta.com la Dra. Mª Isabel Cristóbal Fernández, coordinadora del Área de Tabaquismo de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "el tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica. Y esta característica de adicción que le proporciona la nicotina es lo que hace que dejar de fumar sea difícil".

De este modo, asegura que "para dejar de fumar se necesita ayuda porque estamos hablando de una enfermedad adictiva". Lógicamente -matiza- habrá personas que podrán dejarlo solas porque a lo mejor no tienen tanta dependencia y, también habrá personas fumadoras que por su alto grado de dependencia, necesitarán un tratamiento más especializado como son los que ofrecen las Unidades de Tabaquismo acreditadas por la SEPAR que existen en la actualidad en centros sanitarios del Sistema Nacional de Salud (SNS)", explica.

Las personas que no puedan dejarlo por sí solas, es importante que pidan ayuda sanitaria y profesional y sobre todo, que tenga claro un mensaje: sí se puede dejar de fumar. "Cuando una persona fumadora hace un serio esfuerzo por dejar el tabaco, pero no acude a un profesional sanitario, sus posibilidades de éxito serán un 5-10%; mientras que si acude a un profesional sanitario y lleva a cabo el tratamiento y el seguimiento adecuado, sus posibilidades de éxito se triplican e incluso se cuadriplican", afirma la doctora Cristóbal Fernández.

Cómo dejar de fumar con ayuda sanitaria

"El tratamiento más adecuado para dejar de fumar consiste en una combinación de un tratamiento farmacológico y psicológico", asegura la doctora Cristóbal. Por ello es clave recordar que si una persona quiere dejar de fumar de verdad -y no puede hacerlo por sí misma- debe acudir a su médico en busca de ayuda profesional.

El tratamiento más adecuado para dejar de fumar consiste en una combinación de un tratamiento farmacológico y psicológic

Dra. Mª Isabel Cristóbal Fernández, coordinadora del Área de Tabaquismo de SEPAR

"El tratamiento farmacológico para tratar la dependencia física que produce la nicotina y el apoyo/tratamiento psicológico para combatir la dependencia psíquica del cigarrillo", explica. Una vez que la persona ha acudido al médico, se le pueden prescribir uno de los cuatro fármacos que hay disponibles en España para dejar de fumar.

"Estos fármacos se prescriben cuando el paciente está motivado para hacer un intento serio de abandono del tabaco. También está indicado ofrecerle al fumador asesoramiento psicológico más tratamiento farmacológico cuando un paciente fumador está ingresado en un hospital (por algún motivo) y prolongar el seguimiento durante al menos 4 semanas después del alta: "Ésta sería la recomendación más efectiva para ayudar a dejar de fumar a los pacientes ingresados", afirma.

Actualmente disponemos, en España, de cuatro tratamientos para dejar de fumar:

1. Terapia sustitutiva con nicotina: Parches, chicles... Los financiados en este caso por Seguridad Social, se conocen como Niquitin cleary se tratan de unos parches, que se presentan en 3 dosis, que proporcionan diferentes niveles de nicotina terapéutica para conseguir un alivio de 24 horas de los síntomas de abstinencia.

2. Citisiniclina (Recigarum), aprobado en 2023. Es el primer fármaco para dejar de fumar que sale directamente ya financiado, cuyo objetivo es dejar el tabaco en solo 25 días. Consta de 100 comprimidos. La citisiniclina es un principio activo que lleva décadas empleándose en otros países, con éxito, para dejar de fumar.

3. Vareniclina (Vereniclina Normon). El pasado mes de mayo, Sanidad informó estar trabajando en la financiación de este fármaco que desde el 1 de junio ya se encuentra en las farmacias. Se trata de formulación genérica de vareniclina, considerado como el único medicamento del mercado con esta molécula y su tratamiento, según prospecto oficial, durará unas 12 semanas. Vareniclina es un medicamento que se utiliza en adultos para ayudarles a dejar de fumar.

4. Bupropión (Zyntabac 150 mg). Es el último de los medicamentos financiados indicados para dejar de fumar. El tratamiento dura unas 9 semanas y según las indicaciones del prospecto, se puede fumar durante la primera semana.

"Es importante que cada persona reciba por parte de su médico el tratamiento más adecuado, en base a sus características como fumador, por lo que es necesario realizar (al fumador) una historia clínica y de tabaquismo y después, se le prescribe el mejor tratamiento acorde a éstas y después hacerle un seguimiento personalizado", concluye la doctora Cristóbal Fernández.