El 27 de diciembre de 2020 Araceli, entonces de 96 años, se convertía en la primera mujer vacunada de COVID en España. Todo fue por fases: primero las personas de riesgo, sanitarios y trabajadores del sector educativo; después, el resto de la población, clasificados por tramos de edad. Poco a poco, la población española iba entrando en la lista de vacunados que crecía sin parar. Después de las dos primeras dosis, llegó la tercera, y hace apenas un mes, el Ministerio de Sanidad anunciaba que habría una cuarta dosis para toda la población. Entre los efectos secundarios se hablaba de dolor en el brazo, procesos de fiebre y sensación similar a la que se tendría durante una gripe. Pero nadie habló de la regla.
Y en el transcurso del tiempo, muchas mujeres fueron anunciando públicamente sus casos. "A mí la vacuna me ha vuelto la regla loca perdida. Paso de tener hemorragias a no verla en dos meses. Todo esto después de vacunarme", escribe una usuaria de Twitter. "A mí nunca me dolía, y desde la vacuna [me duele] cada mes", señala otra. Desde entonces, se ha empezado a hablar del sesgo en las investigaciones clínicas: "Con la primera vacuna pedían que se notificaran efectos. Pero cuando las mujeres referían a sus médicos desórdenes en la menstruación lo descalificaban como no relevante. Temor por el efecto sobre la fertilidad también", explica Diana Maffía, directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de Buenos Aires (Argentina).
En este contexto, la Universidad de Granada decidió tomar cartas en asunto y comenzó un estudio para ver las causas y efectos secundarios de desórdenes menstruales derivados de la inoculación de la vacuna. Ahora, el proyecto EVA de este centro universitario ha identificado leves alteraciones en los ciclos premenstrual y menstrual de mujeres que habían recibido la pauta completa.
Se han recogido datos sociodemográficos y clínicos, como tipo de vacuna administrada y cambios percibidos en relación a la duración del ciclo, cantidad de sangrado, dolor, presencia de coágulos y síntomas premenstruales. Casi 23.000 mujeres españolas han participado en la encuesta, de las que 14.153 han cumplido los criterios de inclusión y exclusión de la investigación, y el 78% de las participantes han percibido cambios en los síntomas premenstruales y menstruales tras la administración de la vacuna.
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Los efectos de la vacuna en la menstruación
- Mayor cansancio (43%)
- Mayor cantidad de sangrado (43%)
- Aumento del dolor (41%)
- Retraso en la menstruación (38%)
- Distensión abdominal (37%)
- Menos días de sangrado (34,%)
- Irritabilidad (29%)
- Tristeza (28%)
- Dolor de cabeza (28%)
Del estudio se extrae que las mujeres que han notificado alteraciones son algo más mayores (especialmente por encima de los 35 años) y ligeramente más fumadoras que las mujeres que no han percibido cambios. La investigadora del Departamento de Enfermería de la UGR Laura Baena García encabeza este trabajo y sostiene que "los ensayos clínicos realizados para el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 no incluyeron el registro de posibles cambios premenstruales y menstruales después de la administración de las dosis, pero tras la puesta en marcha de la campaña de vacunación, muchas mujeres detectaron cambios en su ciclo menstrual".